Candidatos a diputados suspenden por dos meses a 240 obreros

La suspensión acontece durante las negociaciones de mejoras salariales que el Sindicato de la Industria de Pieles, Calzado y Afines, Sitipcia, estaba a punto de lograr con la Hulera Sula.

Las mejoras laborales y salariales entre Sitipcia y la Hulera Sula agotaron la etapa de negociación; hoy se encuentran en la conciliación con el que se pretende la celebración de un nuevo contrato colectivo para vigencia entre el 2008 y 2011.

“La Hulera sólo nos propone un incremento salarial de 12 por ciento para tres años, lo que ha generado un rotundo rechazo de los trabajadores y la comisión negociadora. Inicialmente el sindicato solicitó un 20%, pero lo bajamos hasta un 16%”, lo que representa unos 160 lempiras más al salario base.

La Hulera Sula sólo ofrece 125 lempiras diarios hasta el 2011, manifiesta Joel Ermelio Cruz Hernández, presidente de la organización sindical. Sitipcia tiene una membrecía de 105 afiliados de los más de 240 obreros que tiene la empresa.

Suspensión

Luego de no llegar a ese acuerdo en las negociaciones, los obreros se enteraron la semana anterior que la Secretaría del Trabajo autorizó la suspensión legal por los dos meses de trabajo a la Hulera Sula. La notificación llegó a manos del sindicato donde se señala que la suspensión corresponde entre el 11 de noviembre del presente año hasta el 11 de enero de 2009.

“Con esta suspensión de labores la empresa enfría las negociaciones y los ánimos de los trabajadores, quienes son la base para presionar por el logro de mejores condiciones laborales. Nos están matando. La empresa no recuerda que los obreros tenemos familias que alimentar y mantener”, denuncia Cruz Hernández.

La empresa alega no contar con el financiamiento para continuar pagando a los obreros, aparte de ya no tener más ventas en el mercado nacional y centroamericano. Además se excusan en que el Tratado de Libre Comercio los absorbió y sacó del mercado.

“Como sindicato no creemos en las versiones que manifiesta la empresa porque son excusas contradictorias, puesto que se continúa operando con la misma administración, hay ventas y en los planteles no ha mermado la fabricación”, detalla el dirigente sindical.

Otro de los rumores que los empleados manejan por la suspensión de labores es la posible compra de la Compañía Hulera Sula por la empresa Hulera de Guatemala. Ante la falta de información lo que más temen los empleados es la posible declaratoria de quiebra de la empresa, puesto que los deja con pocas alternativas apara recuperar sus prestaciones sociales.

De 16 clausulas que el Sindicato puso en negociación, 12 fueron pactadas. Las cuatro restantes son concernientes a las mejoras salariales e incentivos por producción, pero se encuentran en la etapa de conciliación.

El dirigente sindical recuerda que en la celebración de los anteriores contratos colectivos la empresa siempre les ha argumentado las mismas excusas como la falta de dinero, las pocas ventas y que se encuentran al borde de la quiebra, entre otras razones más.

Propietarios

Entre los socios más conocidos de la Hulera Sula están Gilberto “Picho” Goldstein, Yani Rosenthal Hidalgo y Guillermo “Tito” Guillén. Picho es parte de la “argolla” que rige los destinos y quien pone el dinero para que se cumplan las directrices del Partido Nacional de Honduras; Yani Rosenthal trabajó para el Gobierno como titular del Ministerio de la Presidencia y ahora se lanza al ruedo político como precandidato a diputado por el Partido Liberal.

Por su parte Héctor Guillermo “Tito” Guillén, luego de haber sido alcalde de San Pedro Sula durante el Gobierno de Rafaél Leonardo Callejas, el más cuestionado por los elevados índices de corrupción acontecidos en la historia de este país, ahora también aspira a ser diputado por el Partido Nacional.

Inversionistas americanos también forman parte de los socios de la Hulera Sula, quienes al reunirse con Guillén, Rosenthal y Goldstein a los obreros les respondieron que no tienen más opciones para mejorar las condiciones salariales de los trabajadores y que sólo cuatro lempiras más es lo que podían otorgar al raquítico salario base que devengan los obreros.

Los bajos salarios dentro de la Hulera Sula se describen en que empleados con 25 y 30 años de antigüedad continúan devengando un salarios de 112.25 lempiras al día.

A/Bogran

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