La crisis estalló con el golpe de Estado del 28 de junio del 2009 y a más de 18 meses de esta ruptura constitucional, la situación política del país continúa siendo precaria. Todavía no se logra un proceso de reconciliación nacional, el Presidente derrocado (Manuel Zelaya) aún vive en un exilio forzado, la situación de los derechos humanos sigue siendo grave y estamos lejos de la estabilidad del sistema político. Lo anterior, se desprende del informe denominado Crisis Política en Honduras, Escenarios Posibles a Diciembre de 2011.
La metodología en el proceso de investigación del estudio utiliza la herramienta del análisis de los “escenarios prospectivos”. Según el enfoque del CESPAD, los “escenarios prospectivos” implican, en primer lugar, determinar el momento político que estamos viviendo; en segundo lugar, determinar las tendencias relevantes de ese momento o contexto; y, finalmente, establecer los probables escenarios futuros.
El Informe denominado Crisis Política en Honduras, Escenarios Posibles a Diciembre de 2011 identifica como principales desafíos que enfrenta en este momento para solucionar la crisis política gestada en junio del 2009, los siguientes:
El cumplimiento, por parte del gobierno hondureño, de las recomendaciones de la Comisión de Alto nivel de la OEA sobre el retorno al país del ex Presidente Zelaya y la atención prioritaria al tema de la violación de los derechos humanos.
El diálogo y negociación entre los actores claves del conflicto político orientado al logro de consensos básicos para el restablecimiento del orden constitucional, el enjuiciamiento y castigo de los responsables a la violación de los derechos humanos, la promoción y defensa por parte del Estado de los derechos humanos, el establecimiento de nuevas reglas transparentes, creíbles y verificables para futuras competencias electorales.
Un acuerdo especial para la realización de una Asamblea Nacional Constituyente que incluya a las viejas y nuevas fuerzas políticas, asegurando cuotas de representación de los actores históricamente excluidos en la toma de decisiones en espacios estatales.
Restablecimiento y perfeccionamiento de la cultura del debate democrático, de la gestión y resolución de conflictos políticos, tanto en espacios locales como nacionales.
En este marco de desafios en la actual crisis politica hondureña el estudio de CESPAD proyecta tres posibles escenarios:
Un primer escenario nos indica que la crisis se mantiene, no es posible el retorno de Manuel Zelaya Rosales, por la consistente oposición de la Corte Suprema de Justicia, el Ministerio Público y el conjunto de fuerzas de derecha del país que se niegan a cumplir con las recomendaciones de la Comisión de Alto Nivel de la OEA, el sistema político hondureño no logra estabilizarse ni recuperar credibilidad ante la ciudadanía, el panorama es de disgregación de las fuerzas políticas, falta de confianza y de credibilidad ciudadana en el sistema político. Todo ello encierra las condiciones para nuevas crisis futuras y mayor ingobernabilidad.
Un segundo escenario para Honduras sería según el estudio de la CESPAD, se establecen algunos acuerdos políticos mínimos, la transición hacia una salida democrática. Esta situación no está exenta de rupturas entre las fuerzas de oposición al golpe de Estado, pues transita por resolver el dilema de la Resistencia Liberal dentro de su partido: romper o pactar con la cúpula oficialista que respaldó el golpe de Estado y, además, de la necesidad de un acuerdo interno dentro del Frente de Resistencia sobre la estrategia a adoptar. Zelaya, que no es el único actor líder en esta dinámica, pero asume uno de los roles más importantes y decisivos; más relevante en la medida en que desarrolla un liderazgo democrático, concertador, incluyente y conectado con el real imaginario de la ciudadanía movilizada en Resistencia.
Y un tercer escenario sería una profundización de las crisis política, mayor deterioro de la democracia, más ingobernabilidad, este escenario es el menos deseable en la actual situación hondureña, indican los investigadores de CESPAD. En la concreción de esta situación tendríamos las diferentes fuerzas de derecha expresando su oposición a la presencia de Manuel Zelaya en Honduras, reactivando sus posicionamientos públicos y las acciones de calle. La influencia de la Unión Civica Democratica UCD en el gobierno de Lobo impide la posibilidad de aproximar y construir acuerdos mínimos para el restablecimiento de la ruta democrática en el país. Esto agudiza, todavía más, la polarización política del país.
Bien así concluye el estudio Crisis Política en Honduras, Escenarios Posibles a Diciembre de 2011. en un esfuerzo por vislumbrar el futuro probable en el país después del sucesos del 28 junio del 2009, que nos ha metido un entramada compleja de realidades sociales.