La ciudad de El Progreso, al norte de Honduras, fue totalmente bloqueada ser tomada por los manifestantes desde las cinco de la mañana los puentes de las carreteras salida hacia el litoral atlántico, a San Pedro Sula y la capital Tegucigalpa. La toma fue suspendida a las 10 de la mañana en el puente La Democracia y a las once de la mañana en Quebrada Seca y se dirigieron en una marcha de unos cuatro kilómetros hasta el centro de la ciudad donde se plantaron frente al cuartel de la policía para demandar la liberación de dos detenidos.
En el puente La Democracia la Policía lanzó bombas lacrimógenas en abundancia y realizó dos
intentos de desalojo. Varios manifestantes fueron hospitalizados por los efectos de los gases y otros resultaron heridos por golpes con toletes.
En el puente La Guacamaya, 12 kilómetros al sur de El Progreso, los pobladores fueron reprimidos por la Policía, les lazaron bombas lacrimógenas y fueron perseguidos hasta dentro de las viviendas cercanas. Dos personas detenidas fueron liberadas después de las presiones frente al cuartel de la policía y la toma de carretera en La Guacamaya. La protesta también se desarrolló frente a la municipalidad de El Progreso.
Estudiantes de diferentes instituciones públicas y privadas se sumaron en esta ocasión a la actividad cívica, demostrando que la juventud hondureña también está hastiada de tantas injusticias que se cometen en el país por los políticos de turno, que una vez que llegan al poder se olvidan del pueblo. Los jóvenes progreseños exigieron la no privatización de la educación y la creación de un centro regional universitario ante la gran demanda estudiantil que hay en la ciudad.
