Las trabajadoras están desconcertadas porque nadie ha querido darles explicación de lo que pasa y tampoco han recibido una comunicación formal del traslado de la empresa con lo cual muy pocas están de acuerdo. Se quejan de que los supervisores se dedican a hostigar y burlarse de los trabajadores, entre ellos señalaron a Alex Chévez y al supervisor general Rigoberto Noriega. Además los cambian de puesto, todo con el propósito que renuncien.
Varias trabajadoras fueron trasladados a ZIP San José y les pagaron el 50% de sus prestaciones y supuestamente laborarán en la nueva empresa Bay Island.
El 3 de abril un grupo de 35 personas solicitó audiencia con el gerente de la empresa para saber que pasa. Solo se atendió a cuatro de las solicitantes, las escucharon pero no les aclararon nada.
En STK existe sindicato pero la empresa nunca lo ha aceptado ni lo toma en cuenta.
La jefa de personal, Nubia de Hernández, ha manifestado que no permitirá que el sindicato se mantenga, “antes de meterse a eso lo hubieran pensado”, manifiesta.
Dos Juntas directivas han sido despedidas aun cuando el sindicato tiene su personería jurídica.
El 25 de marzo las trabajadoras fueron al Ministerio de Trabajo para solicitar un inspector. El jefe de inspectores, Gabriel Chavarría, les dijo que no podía hacer nada y el inspector que les asignaron al caso llegó un día después de lo convenido.
Evangelina Argueta, dirigente de la CGT a la cual está afiliado el sindicato, entró a la empresa el 27 de marzo y acordaron que no sacarían las máquinas, pero a las tres de la tarde de ese mismo día continuaron el traslado hasta completar unas 180.
Fuente: Vida Laboral Edic. # 8, Abril de 2002