Las y los obreros de la fábrica Bang Sang Honduras, situada a dos kilómetros del municipio de Santa Rita, denunciaron que se ven sometidos a terribles condiciones de maltrato y abusos por parte de sus patronos.
Bang San produce para la empresa Can y Can que funciona en el en la ZIP Continental. Confecciona ropa para las marcas Listip, Dreysi, Forever, Nike y Reebock.
Un coreano al que llaman Mister Yoong, les mezquina hasta bolsas plásticas para cubrirse cuando está lloviendo y tienen que comer a la intemperie, bajo los árboles, en los contenedores o en las aceras donde se tienen que acomodar para ingerir los alimentos porque no hay un lugar acondicionado para ello.
Los supervisores María Portillo, Miss Nan y Santos, siempre están dando gritos e insultos y además establecen prohibiciones y exigencias que rayan en la crueldad, según el testimonio de las y los obreros.
Aunque tienen establecido un salario de 741 lempiras a la semana, trabajan por medio de metas y si no las cumplen, les descuentan dos días de su salario.
Para no dejarlos permanentes los despiden una semana antes de cumplir el periodo de prueba de dos meses que manda el Código de Trabajo.
Si tienen cita médica en el Seguro social, no les dan el permiso, aunque los efectos de las condiciones de trabajo son graves y afectan severamente la salud de las y los trabajadores. En el área de empaque descansan para comer hasta que cargan los contenedores, muchas veces se llegan las dos de la tarde y no han salido a almorzar.
Las condiciones del ambiente son difíciles, principalmente para las mujeres embarazadas, debido al calor, incluso se han presentado desmayos y les reclaman porque pasan bebiendo agua. Se castiga a los compañeros que por solidaridad llevan agua para los demás a sus áreas de trabajo.
Con estas precarias condiciones, se pretende que se cumpla con una meta de corte de 8 mil 600 piezas diarias, pero no se reconoce el esfuerzo que hacen las y los operarios ya que por unas cuantas piezas malas, les quitan el bono diario y semanal.