En la comunidad de Cofradía se encuentran los pobladores que en San Pedro Sula han realizado la mayor resistencia, desde su entrada al sector, a la concesionaria Aguas de San Pedro. Desde la entrada de Aguas de San Pedro a Cofradía en el 2001 las negociaciones y acercamientos entre ambas partes comenzaron mal: primero por el mal servicio; y segundo por el elevado cobro de las tarifas. Las facturas de los recibos de pagos son entre 300 y 400 lempiras mensuales cuando en la comunidad vecina de Naco las tarifas oscilan en los 50 lempiras al mes.
El poblador José Trinidad Rodríguez dice que el líquido que distribuye Aguas de San Pedro se manifiesta en no ser apta para consumo humano, pues sólo sirve para lavar ropa y utensilios del hogar, a parte de causar alergia en la piel de varios vecinos del sector. Los Cofradías protestaron en varias ocasiones ante la alcaldía para exigir calidad, también recurrieron a las tomas de la carretera que conduce hacia el occidente del país, en el 2006 paralizaron el tráfico de ese tramo vehicular. Durante los primeros cuatro años de la concesión los pobladores arrancaban los contadores que Aguas de San Pedro instalaba en sus viviendas.
Todavía se mantienen reacios al cobro mediante contadores, al grado tal que cuando los empleados de San Pedro efectúan el corte del servicio deben irreguarnecidos de entes policiales para contener la ira de los abonados afectados. Convenio sin firmar El presidente del patronato de Cofradía, el Dr. Walter Antonio Ceren, explica la falta de consenso ante un convenio local, en el que Aguas de San Pedro se comprometa a condonar la deuda de todos los morosos desde junio de 2005 hasta inicios de la concesión. Respecto a la deuda a partir de junio de 2005 hasta la actualidad, la concesionaria propone un cobro de 60 lempiras por cada mes de morosidad. La propuesta de Aguas de San Pedro es fijar una tarifa única de 67.27 mensual, dotar de agua al sector por espacio de 18 horas diarias, la construcción de dos tanques de almacenamiento de agua en el sector de El Negro, localizado en El Merendón y la instalación de medidores en cada vivienda, describe el dirigente patronal.
Sin embargo la población desconoce que estas condiciones que la concesionaria propone, las debe efectuar por obligacióndel contrato que firmó con la municipalidad y no por la simple anuencia o acuerdo de la población. El Dr. Cerén manifiesta que “De llegarse a firmar el convenio, bien estamos entendidos que si Aguas de San Pedro falla o incumple a la población las condiciones a que se compromete a realizar y construir durante los primeros cinco meses de vigencia del convenio, la empresa debe irse para siempre de este sector”, indicó el líder patronal. Los vecinos expresan más que beneficios la privatización del agua potable a la población le ha venido en detrimento de sus bolsillos.