Rivera Joya es una de las figuras principales en la defensa de los derechos humanos en Honduras que ha trabajado toda la vida en el tema desde organizaciones civiles, entidades del Estado y con organismos internacionales.
Consultada por TIEMPO sobre el informe del Departamento de Estado, Rivera dijo que el mismo “no es contundente en temas como las ejecuciones sumarias porque no toca directamente el tema de los asesinatos a manifestantes después del golpe de Estado”.
Sin embargo, sí es concreto en el señalamiento de violaciones a la libertad de expresión y señala contundentemente que en Honduras no hay una institucionalidad que garantice la defensa de los derechos humanos y que de nada sirve que hallan leyes de protección a los derechos humanos si no hay una autoridad que los tutele.
Expuso que el informe del Departamento de Estado puso mucho acento en la pérdida del rol del Comisionado Nacional de los Derechos Humanos y del sistema de justicia porque no fueron “capaces de tutelar los derechos humanos”.
Habla de una justicia parcializada, que hizo persecución política de personas opuestas al golpe de Estado y que hoy se presentan a los tribunales con miedo porque están ante jueces afines al golpe ya que los togados que se negaron a parcializarse o a perseguir políticamente fueron separados, sometidos a audiencias de descargos o trasladados de puesto.
CUSTODIO ABANDONO SU PAPEL
Rivera Joya destaca que el informe deja claro que Ramón Custodio abandonó su papel de defensor de los derechos humanos y usó toda su institucionalidad para defender sus posiciones políticas afines al derrocamiento del presidente Manuel Zelaya.
Es paradógico que el informe del Comisionado contrasta asimétricamente con el 100 por ciento de los informes de todos los organismos de derechos humanos que documentaron asesinatos, torturas, asaltos sexuales, desapariciones y otras violaciones.
“A los organismos internacionales de derechos humanos nadie les contó nada, vinieron a Honduras e hicieron trabajo de campo por todo el país, fueron a Colón, a El Paraíso y a todas las zonas donde había violaciones de derechos humanos, mientras el señor (Ramón) Custodio López no salió de Tegucigalpa”, afirmó.
Honduras está con una autoridad que no es capaz o “no quiere defender los derechos humanos y que no tiene reconocimiento de ninguna autoridad internacional de derechos humanos”, enfatizó.
Rivera afirmó que si el Comisionado Nacional abandonó su papel no hay defensa del pueblo porque el comisionado presidencial nombrado por el presidente Porfirio Lobo Sosa puede tener voluntad per no tiene facultades legales.
Recomendó que para recuperar la institucionalidad de derechos humanos se debe forzar una renuncia de Custodio López mediante la improbación de su conducta de parte del Congreso Nacional que justifique un retiro del apoyo político y presupuestario, porque el Poder Legislativo no tiene facultades para separarlo del cargo, “aunque ya se atrevieron a separar un presidente sin tener facultades”.
La frase
“Tenemos que decir como el Chavo del Ocho; y ahora quién podrá defendernos”: Reina Rivera Joya, defensora de los derechos humanos, al señalar que el Comisionado de Derechos Humanos abandonó su papel.