Tenía solo 23 anos, era callada y muy trabajadora, dedicada a sacar adelante a su hijo Elder Leonel Estrada de 3 anos. Belkis Rosibel García no pudo cumplir sus deseos, pues su trabajo en la maquila y la falta de adecuada atención médica le provocó la muerte el pasado 12 de julio.
Vivía junto a su madre Maria Edelid García y sus hermanos en una humilde casa del bloque 51 de la colonia Asentamientos Humanos de San Pedro Sula.
Belkis trabajó en la empresa Corazón Apparel casi tres años y como a los seis meses empezó a enfermarse. Estaba en el área de corte donde el tamo es bastante y pasaba siempre con tos. “Ella era sana antes de entrar a la maquila. En los últimos meses antes de caer enferma, a veces llegaba hasta las diez de la noche de trabajar”, explicó dona Maria con profunda tristeza.
Las enfermedades
Desde hacia año y medio comenzó a padecer de varias enfermedades, estuvo un mes con calenturas, “una amiga de ella me contó que en la hora de almuerzo solo acostada pasaba y que no cornial”, agregó dona Maria.
Después se le desarrolló herpes en la piel. Se hizo el examen de tuberculosis y resultó estar en un estado avanzado de la enfermedad, y le dieron 22 días de incapacidad por el Instituto Hondureño Seguridad Social (IHSS). Dice doña Maria que durante ella estuvo incapacitada no recibió pago de la empresa y en el Seguro en cuatro ocasiones le dijeron que le hacia falta un papel. Tuvo varias incapacidades de seis y ocho días.
Ella se sentía discriminada en el trabajo porque algunas de sus compañeras le tenían repulsión por la tuberculosis y eso la molestaba mucho, pasaba muy preocupada.
Ella no se curó de la tuberculosis, porque no tomó todo el tratamiento. Cuando tomaba las siete pastillas diarias no podía ir a trabajar y no tenia las suficientes incapacidades o tiempo disponible para tomárselas.
En junio adoleció varias semanas con terribles dolores de cabeza, estuvo con suero e inyecciones, después fue internada el dos de julio en el Hospital Mario Catarino.
Antes de morir Belkis cayó en coma cuatro días y con medicamentos volvió a abrir sus ojos pero sólo movía un brazo y una mano, después no habló y luego tuvo convulsiones severas. Estuvo internada diez días y en sus últimos días no reconocía a nadie, ni a su propio hijo.
La carta de defunción dice que Belkis murió por meningitis, enfermedad de la cual padeció mucho tiempo atrás. Al practicarse el examen del tórax la doctora dijo que el tamo tenia que ver con la enfermedad y el problema de los pulmones estuvo relacionado con todas las complicaciones.
Solidaridad obrera
Las compañeras de Belkis hicieron colectas en la fábrica para ayudarla y fueron a su casa cuando ella estuvo grave, unos 6 meses antes de fallecer.
Según el contrato colectivo la empresa esta obligada a pagar 10 mil lempiras para la trabajadora en caso de muerte. Para los gastos fúnebres, colaboraron las compañeras, la familia tuvo que vender algunos artículos de su hogar y quitar dinero prestado. Belkis esta enterrada en el cementerio de la comunidad.
El sindicato de Corazón Apparel esta trabajando para que la empresa cumpla con su obligación.
Mal servicio en IHSS
“EI servicio del Seguro no sirve, pues en el estado que ella llegó, era para que la hubieran ingresado inmediatamente y a ella le pusieron una inyección, les dije que la doctora de la colonia había ordenado una Tomografía Axial Computarizada (TAC) cerebral y no lo hicieron. Quizás si hubieran detectado a tiempo el problema ella no hubiera fallecido tan rápido”, se quejó la madre de Belkis.
Varias veces fue al seguro como no la atendieron bien, fueron al hospital Catarino Rivas. Hasta le hicieron el TAC, la familia pagó 800 lempiras, más de una semana de salario de Belkis. También le hicieron otros exámenes de pecho.
“Ella botaba líquidos como sangre coaguladas por la nariz y boca, antes de fallecer le pegaron calenturas de 40 grados que no se podían controlar. Necesitaba medicamentos de hasta mil 300 lempiras cada frasco, uno en la mañana y otro en la tarde”, relató la señora García. Una hermana de dona Maria le ayudó y compró los dos frascos.
Dona Maria también trabajó en la cerrada fábrica de bordados Uniwear Embroidery de Honduras del ZIP Río Blanco, con el pago de sus prestaciones compró algunos medicamentos para su hija.
La renunciaron
Supuestamente Belkis renunció de Corazón Apparel el 27 de junio, porque se vio obligada por la empresa, pero no hay constancia de eso, aun cuando las compañeras del sindicato han exigido que les muestren la renuncia.
La empresa Corazón dice que Belkis puso un preaviso pero su familia y compañeras no lo supieron. En una ocasión dona Maria iba a presentar un dictamen medico para que Ie dieran sus prestaciones, pero BeIkis no les permitió.
Cuando ella estuvo enferma en casa, un licenciado de la empresa vino a dejarle un tratamiento para la tuberculosis y a verificar la incapacidad que le había dado doctora que la atendió en la comunidad. Ahora la empresa niega que haya sabido de la enfermedad de Belkis. El jefe de personal José Cortes, aconsejó en el Catarino a dona Maria que no fuese a pelear con la empresa y que mejor se la Llevara por las buenas.
Belkis estudió belleza y llegó hasta sexto grado. Era primera vez que trabajaba en la maquila, trabajaba para tener todas las cosas de un hogar y anhelaba comprar una casa para su hijo. Asistía a la iglesia evangélica Fuente de Vida igual que su familia.
Es una vida más que se lleva la maquila. Esto no lo registra, ni les importa a la Asociación de Maquiladores, al gobierno de Honduras y menos a los que hacen el negocio vendiendo en Estados Unidos las blusas y sudaderas marca Khols que Belkis confección en Corazón Apparel. Como dicen los empresarios “es un caso aislado”, desgraciadamente conocemos miles de estos “casos aislados” donde el interés de la producción por la ganancia les quita la salud y la vida a los trabajadores.
Aunque las enfermedades no sean siempre provocadas directamente por el trabajo en la fábrica, las condiciones en la misma y el descuido en los problemas de salud provocan complicaciones que frecuentemente terminan en muerte.