Infierno en Tegucigalpa: la policía se ensaña contra la población civil

Las protestas está tomando matices de rebelión a medida que los días pasan y el Estado muestra su cara más violenta contra el pueblo, cuyas expresiones organizadas exigen que se detengan los planes de privatización de la educación, se realicen aumentos a los salarios de varios gremios y se detenga el alza a los combustibles.

En las distintas ocasiones en que Porfirio Lobo Sosa fue consultado por periodistas, el titular del régimen de facto ha contestado con una amplia sonrisa y de manera sarcástica: ?quien haga relajo, se la está buscando?, ha dicho sin empacho.

Diferentes organismos de derechos humanos han realizado llamados urgentes a nivel internacional para que se detenga la política de atropello a la población. Sin embargo, no sólo continúan los actos de violencia sino que se especula con la posible instauración de un ?toque de queda?, con el que quedarían suspendidas las garantías civiles.

Nuevas formas de reprimir

Las fuerzas de seguridad del Estado están usando nuevas tácticas de represión que incluyen la incautación de bienes privados, como vehículos pertenecientes a los colegios magisteriales, ataque a las sedes de organizaciones populares, despidos injustificados contra dirigentes y aprobación de leyes de emergencia que suspenden derechos de los y las trabajadores.

Asimismo, se han aumentado sensiblemente los obstáculos para que los medios independientes realicen su labor. En los últimos días, periodistas de Canal 36 y Radio Globo fueron atacados por los antimotines.

Escenas como las que se vivieron hoy, se dieron durante los primeros meses del golpe, cuando las fueras represivas del Estado cometieron innumerables atropellos a los derechos humanos, que incluyeron, disparos con bala viva, torturas físicas y sicológicas, violaciones sexuales, capturas y desaparecimientos temporales, entre otros.

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