La Agencia de EEUU para el Desarrollo Internacional (USAID), la principal patrocinadora de las ONGs rusas, cesa sus actividades en la Federación de Rusia a partir de este lunes.
Entre los fines que proclama la USAID figuran el apoyo al desarrollo de la sociedad ciudadana, la democracia y los derechos humanos; la lucha contra las enfermedades como tuberculosis, VIH/SIDA y otras; la ayuda a los minusválidos y huérfanos y la protección del entorno.
La iniciativa del cese de las actividades de la USAID en Rusia partió de Moscú. A juicio de las autoridades rusas, la agencia intentó influir sobre los procesos políticos, incluidas las elecciones de diversos niveles, por medio de distribuir unas subvenciones.
Al explicar la decisión tomada, Moscú indicó que el carácter del trabajo de la USAID “no siempre correspondía a los objetivos declarados”, especialmente en el Cáucaso del Norte.
Washington lo negó rotundamente. Dijo que USAID estuvo realizando unos programas de enseñanza para los participantes de las campañas electorales y los observadores, sin considerar su militancia en uno u otro partido.
Además, dijo esperar que el cierre de la USAID en Rusia no signifique el fin del “reinicio” de relaciones entre EEUU y Rusia, de gran utilidad para ambos Estados.
Los defensores de derechos humanos rusos expresaron preocupación por el cierre de la USAID. Dijeron que muchas ONGs no podrán realizar sus proyectos sin su ayuda, especialmente las pequeñas regionales, que prestaban ayuda concreta a determinadas categorías de ciudadanos.
Elena Panfílova, directora del centro de estudios anticorrupción Transparency International Russia, calificó de simbólico el cierre de la USAID en Rusia. Dijo que con eso se pone el punto final en la historia de promulgación de una ley que define como “agentes extranjeros” a las ONGs financiadas desde el exterior y dedicadas a la actividad política.