Las consignas, las pancartas y las mantas cargadas por mujeres y hombres, jóvenes y mayores, no vacilaban en apuntar con nombre y apellido, a los autores del siniestro golpe de estado el 28 de junio de 2009.
Golpe que fue denunciado, en su momento, hasta por la Comisión Estatal de Verdad y Reconciliación –CVR- liderado por el ex vice presidente guatemalteco Eduardo Stein.
En la movilización caminaba también el derrocado presidente Manuel Zelaya con su esposa y camarada de vida, Xiomara Castro, rodeado por un fuerte contingente de la Comisión de Seguridad del Frente Nacional de Resistencia Popular. Llegando a la sede de la ONU en Tegucigalpa, el coordinador de la Resistencia hondureña, junto con una delegación de la dirección nacional del Frente, entregó una carta al representante local de la ONU en Honduras, José Eguren, dirigida a Ban Ki Moon, Secretario General de la Organización de las Naciones Unidas, en donde Manuel Zelaya subraya que el acuerdo de Cartagena está siendo violado, de manera sistemática por el Poder Judicial hondureño, el actor activo en la ejecución del golpe de estado, sin que el señor Porfirio Lobo haga nada al respecto:
“Se suscribió el Acuerdo de Reconciliación Democrática en Cartagena de Indias, bajo la premisa de que el mismo respondía a los anhelos de paz y convivencia democrática del pueblo hondureño, sin embargo, el mismo es objeto de violaciones sistemáticas con esta situación de perseguir a los golpeados y proteger a los golpistas”, dice la carta.
EL DERROCADO PRESIDENTE pide a los países miembros de la ONU que dirijan su mirada hacia Honduras y que “exijan el respeto irrestricto a los derechos humanos, el cese de la represión y la persecución política, así como el desmantelamiento inmediato de los grupos paramilitares que ejecutan campesinos de la resistencia en el Bajo Aguan y que ya suman, en un año, 42 asesinados. Así como exigen que se ponga punto final a la persecución contra el magisterio y el término de la impunidad, que se repare a las víctimas y se aplique la justicia”.
El Coordinador General y el Sub Coordinador Juan Barahona, también firmante de la carta, concluyen con un llamado a “la comunidad internacional que debe mantenerse atenta frente a los acontecimientos en Honduras, para que el fiscal de la corte internacional pueda verificar en situ, estos extremos y la Relatora de derechos humanos de la O.N.U. se apersone a nuestro país”.
LA SITUACIÓN EN HONDURAS en vez de mejorar, esta empeorándose.
Los asesinatos al movimiento popular organizado cobran víctimas todos los días. Se hizo un nudo en la garganta cuando hablamos [1] con Andrea María Vélez, de 8 años, hija de Reina Isabel Vélez, asesinada el 19 de febrero de 2011 por desconocidos que forzaron las puertas de su casa. Encontramos a Andrea con su tía, María Ofelia Varela, y la abuela con el mismo nombre. Lleva una pancarta con el texto; “Me quitaron a mi Mamita”. En la foto de su mamá publicada en la portada del periódico “RESISTENCIA”, se ve una mujer enfrentándose con los militares y con el puño en alto dirigido a los autores materiales del golpe fascista. El 19 de febrero 2011 desconocidos cobraron la Factura por su consecuencia democrática y su valentía.
Preguntamos a Andrea si antes también iba a las marchas con su mamá.
– Sí, me llevó todos los días, desde los 6 años, comentó la niña de ojos preciosos que enfrenta ahora un futuro incierto junto a sus dos hermanos de 14 y 19 años que también están a cargo de su abuela y la tía. Casos como éste son numerosos en Honduras.
“ALDO RUBIO, DE ZACATEGRANDE”, uno de los mejores cantantes de Honduras, pese a su temprana edad (entre 12)13 años- fue presentado por el dirigente campesino Rafael Alegría. Cantó en homenaje a los Mártires caídos y torturados en la lucha por una nueva Honduras. También cantó con amor a la lucha por la tierra en su querida Zacategrande, ubicada en la costa pacífica, el Golfo de Fonseca, zona limítrofe con El Salvador y Nicaragua. Es una lucha feroz contra el terrateniente más poderoso del país centroamericano, Miguel Facussé que ha convertido la península en su propia mansión, dicen los campesinos.
El señor Facussé es acusado tanto por la Resistencia como por los campesinos del Bajo Aguan, en la costa atlántica, de ser responsable de contratar grupos paramilitares.
Los forman como si no fuera suficiente que el estado de Honduras a través de sus Comandos Cobras, Policía Preventiva y unidades del Ejército Nacional, se presten para desalojar a los campesinos de sus asentamientos en el Valle de Aguan. Hasta ahora han sido asesinados más de 50 campesinos desde el golpe, aglutinados en la organización MUCA, el último líder campesino fue asesinado sólo unos días antes de la MARCHA POR LOS MARTIRES en Tegucigalpa y otras partes de Honduras.
LA MARCHA COMIENZÓ A MOVERSE lentamente desde la Universidad Pedagógica. Centenares de estudiantes de los colegios y bachilleratos de Tegucigalpa encabezaban la movilización. Hirviendo de indignación por el trato que el régimen de Lobo ha dado tanto a sus maestros como los planes de fragmentación y por ende privatización de la educación pública en Honduras. El régimen quiere cerrar varias carreras, en el bachillerato, que hoy son accesibles para los pobres, pero que si cambia la ley no tendrán más alternativa que estudiar en colegios privados, hecho de por sí negado al pueblo.
Es impresionante como durante estos 25 meses después del golpe de estado, la juventud paulatinamente se ha adherido incorporándose a la misma lucha de la Resistencia. No es un secreto que en gran parte del mundo la juventud ha estado dormida y apática, no como en la década de 70-80 cuando los jóvenes se rebelaban contra la injusticia. En Honduras la juventud es una pieza clave para que el gran Frente de la Resistencia tenga realmente una fuerza tan vital que simboliza la rebeldía natural de los jóvenes. ‘
Junto con ellos y uniformados con boina negra y banderas rojas con el dibujo de Francisco Morazán, marchó Manuel Zelaya Ramírez, como ha hecho desde el golpe de estado militar, junto con su compañera. Se veía muy alegre por la presencia de tanta juventud que hoy reclama los anhelos de Morazán, apoyando la creación de un nuevo estado laico, como aquel por el cual luchó y murió el Libertador de Centroamérica. “La Refundación de Honduras va”, decía Zelaya Ramírez [3].
FRENTE A HONDUTEL, dirigido hoy por el general® Romeo Vázquez, personaje visible en el golpe de estado, los muchachos han pintado varias consignas contra el ex militar, tanto en los muros como en la misma camioneta de la empresa pública.
Vázquez fue designado por el señor Porfirio Lobo como gerente general de la empresa más estratégica de la nación centroamericana. Por supuesto no está solo, otros generales del 28 de junio de 2009 y también de la década oscura de los ’80, ocupan ministerios como Migración, Transporte y Aeronáutica. “Cuatro generales”, como canta el legendario grupo chileno Quilapayun, sobre la junta militar chilena, pueden ocupar y tomar el control de Honduras en cuestión de minutos, si así lo quieren. . . .
La primera víctima de los golpistas, el 28 de junio, fue un trabajador de Hondutel quien fue arrollado por un camión militar que se encaminaba al lugar para tomar control de la institución, esa mañana fatal. Y como ironía de la vida, el máximo mando de esos militares es el actual gerente general de Hondutel, el señor Romeo Vázquez.
NORA MISELEM es una de las víctimas sobreviviente de esa etapa de muertes y desapariciones de la década del ’80 [5].
El escuadrón de la muerte, el Batallón 3-16, liderado por el general Gustavo Álvarez Martínez, jefe de las FF.AA. hondureñas, junto con el capitán de la policía Billy Joya, éste último capacitado en cursos especiales en Chile bajo la bota fascista de Pinochet, fueron los personajes visibles de ese entonces. Son acusados por la Comisión Interamericana de derechos humanos, de haber efectuado múltiples crímenes. Pero Nora, secuestrada y torturada como una mujer puede ser en manos de gorilas, ha seguido la lucha incansablemente y vio una luz de esperanza cuando se creó el Frente Nacional de Resistencia Popular, el mismo día del golpe de estado. Dice que siente asco al ver a Billy Joya caminando libremente por las calles de la capital hondureña. Aunque en realidad no esté tan sorprendida porque sabe que la impunidad, en Honduras, es política institucionalizada.
LUÍS SOSA es uno de esos destacados líderes del magisterio hondureño. Con su voz ronca ha dirigido manifestaciones con medio millón de compatriotas marchando contra el golpe de estado. El 20 de agosto del año pasado fue brutalmente masacrado por los uniformados, cuando el magisterio se había lanzado a una huelga general indefinida por el incumplimiento del acuerdo del señor Lobo. Los días anteriores, por su liderazgo natural, había salvado a un infiltrado de la inteligencia militar en la asamblea de casi 30.000 educadores que era la forma de democracia directa donde el magisterio tomaba sus decisiones respecto a la huelga.
Sosa lo salvó de ser linchado por los maestros, presos de furia, porque día tras día fueron gaseados y golpeados por los uniformados en una huelga que duró más de un mes.
El agente Fonseca tuvo suerte, después de hablar ante los miles de maestros sobre quién le había ordenado infiltrarse, así como debió decir quién era el otro infiltrado en el lugar. Fue sacado del lugar y sin ropas, apenas cubierto por una prenda íntima, pudo salir a las calles de Tegucigalpa con el corazón en la mano.
Cuatro días después, Luís Sosa y otros tres dirigentes del magisterio que tomaron las calles nuevamente, fueron masacrados por miembros de la policía. Previamente, fueron acusados de ser representantes y actores directos del desenmascaramiento del infiltrado en las asambleas. No recordaron que precisamente Sosa, había salvado su vida.
La mano del luchador quedó marcada por el resto de su vida. Los golpes y las heridas en la cabeza están curadas pero los autores de esas masacres, sindicados con nombres, apellidos y grado, ante los tribunales, fueron absueltos por el Poder Judicial, mientras Sosa y los otros tres compañeros, fueron llevados ante los tribunales como si fueran reclusos de Guantánamo, engrillados de pies y manos, sólo faltó el traje amarillo.
De Repente vimos A Xiomara Castro de Zelaya, la esposa y compañera del derrocado presidente, que desde un carro se incorporó a la marcha de los miles de hondureños. El sol lucía radiante y abrasador esta mañana en la capital, sin embargo nadie quiso apartarse de la muchedumbre ni para buscar un refugio protector de los rayos que caían como plomo sobre los cuerpos rebeldes.
Se formó un cerco con un lazo llevado por la Comisión de Seguridad de la Resistencia, hombres y mujeres minuciosamente seleccionados, para evitar cualquier agresión contra el coordinador general de la Resistencia, nuevamente en su tierra, retando al golpismo y a centenares de “Breiviks” hondureños, dispuestos a asesinar al ex presidente elegido por su pueblo en las elecciones de 2005, tan pronto como les fuera indicado.
Nos permitieron entrar al cerco para hablar con “Mel”, apodo cariñoso dado por el propio pueblo.
– Queremos hacer visibles los asesinatos, las torturas, los ataques en Bajo Aguan y ataques contra ex ministros de mi gobierno. Es absurdo, Dick, y te lo digo honestamente, que se persiga a golpearnos y se protegen a los golpistas. No hay justicia, ni reconciliación y ahora vamos a Naciones Unidas a denunciar las violaciones del Acuerdo de Reconciliaciones que firmamos en Cartagena de Indias en Colombia, que firmó Santos, Chávez y Lobo. ¿Dónde está el respeto a la Comunidad Internacional frente a un documento que se firma, que sirve de respaldo para que Honduras entrara a la OEA? Y esta es la denuncia que presentamos hoy a la Naciones Unidas. Yo pido al mundo entero, que vuelva sus ojos hacia Honduras.
En toda la marcha se veían las pancartas y mantas con la exigencia de Libertad para Enrique Flores Lanza quien se encuentra arrestado en su propio domicilio desde hace más de un mes. El proceso político está tomando forma en la comunidad internacional, en lo que la Resistencia y el mismo “Kike” Lanza, caracterizan como un proceso de cacería política. Mel dice saber quién está detrás de los intentos o golpes de estados en los países de ALBA, quién en el mundo está en contra del proyecto ALBA y considera que esto debe parar.
– Las barbaridades de las derechas en Estados Unidos, debe pararse en forma decidida y contundente por los organismos internacionales. Ahora vamos a la sede de la UNO, acá en Tegucigalpa, para apelar que el Fiscal de la Corte Penal Internacional, igual como fue a Colombia, venga a Honduras. Igual que la Relatoría de Derechos Humanos de Naciones Unidas venga a Honduras. Porque acá hay una impunidad increíble y absoluta desde el golpe de estado hasta la fecha. Están persiguiendo por “corrupción” a los derrocados. Me parece eso totalmente injusto y eso refleja el pueblo hondureño que hoy en esta marcha, concluye el ex presidente Manuel Zelaya.
FALTANDO UNA CUADRA, llegó una columna de miembros del sindicato Sitrainfop, que afilia a los trabajadores de las escuelas politécnicas en Honduras. Llevaba un retrato de Jairo Sánchez, el combativo y beligerante presidente nacional de Sitrainfop que fuera asesinado por cuatro policías en la mañana del 23 de septiembre de 2009.
El pueblo sufría un toque de queda indefinido. Y en varias colonias y barrios en Tegucigalpa y San Pedro Sula, la segunda ciudad y la ciudad industrial, la población se había levantado y hasta varias postas policiales habían sido tomadas por el pueblo que tenía hambre negándose a permanecer encerrados en sus casas.
Reinaba un ánimo insurreccionad y la dictadura cívico-militar entendió que el toque de queda era contraproducente, por lo cual levantó la medida. No es fácil parar a un pueblo, cuando se harta de los tiranos.
Allí fue cuando la gente, donde vivía Jairo Sánchez y bajo su natural liderazgo se concentraba para repudiar la Dictadura. Cuatro policías en dos motos, abrieron fuego con sus fusiles de alto calibre, hiriendo al líder sindical que durante 25 días luchó por su vida.
Por Dick & Mirian Emanuelsson