Mujeres del Merendón ejemplo de dignidad y sacrificio

Melgar, vecina de la aldea Nueva Florida, jurisdicción de Choloma Cortes, forma parte de un grupo de mujeres dedicado a la confección y bordado de prendas de vestir, que son comercializados en diferentes centros de atracción turística de San Pedro Sula.

El grupo basa su producción en la manufactura de camisa de hombre, ropa de niño, batas, sobrefundas y manteles elaborados en tela de manta y que son decorados a mano, por la calidad del producto las féminas proyectan conquistar el mercado en otras ciudades del país.

La organización está compuesta por dieciséis mujeres capacitadas en la confección y comercialización del producto. Cuentan con ocho máquinas de coser, que fueron donadas por CASM, expresó doña Manuela Nuñez, otra miembra de la estructura.

Origen del grupo

Esta organización se inicia por la explotación laboral de que eran víctimas doña Manuela Nuñez y Mercedes Murcia, que trabajaban bordando ropa un taller de la comunidad Milla Cuatro, jurisdicción de Omoa Cortés.
En este empleo recibían un salario miserable y no contaban con los beneficios sociales que otorga la ley, pues no eran empleadas de planta. “ Nos tocaba caminar por la montaña cada vez que íbamos a Milla Cuatro, yo salía a las seis de la mañana y a veces regresaba a las seis de la tarde, bien cansada porque son como ocho kilómetros” dice doña Manuela Nuñez. El recorrido lo hacían cada 15 días.

La necesidad económica hizo que estas mujeres permanecieran trabajando en esta situación por más de 25 años. A partir del 2003, abrieron un nuevo espacio en sus vidas, organizándose para trabajar en la comunidad, bajo la dirección y respaldo de CASM, que hasta la fecha continúa brindándoles apoyo.

Hay que destacar la solidaridad mostrada por doña Manuela y doña Mercedes, que se convirtieron en maestras de la comunidad para enseñar a bordar a muchas mujeres, oficio que hoy les permite ganarse la vida.

El Tamarindo

El grupo de mujeres de la comunidad de El Tamarindo también realiza esfuerzos para la organización de una microempresa elaboradora de dulces, jaleas, mermeladas y pan, que son distribuidos en Choloma y San Pedro Sula, con propósitos de mejorar los ingresos de sus miembras.

El grupo lo integran dieciséis mujeres que han comenzado a recibir la capacitación necesaria, según expresó su presidenta Gloria Argentina García.

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