Otra vez se prolongan negociaciones del salario mínimo

Los salarios mínimos deberán ser revisados por lo menos una vez al año, según el decreto 43-97, en el mes de diciembre, para que entre en vigencia en enero del siguiente año, sin embargo, tres meses después del periodo que marca la ley, la empresa privada mantiene una posición dilatoria frente a las centrales obreras.
La historia se repite, mientras las negociaciones del salario mínimo se prolongan, los precios de la canasta básica se disparan sin que haya voluntad política del gobierno para detener los abusos.
Para paliar el problemas de los bajos salarios, recientemente la bancada del partido Unificación Democrática, presentó al Congreso Nacional un
proyecto de ley para congelar el precio de 6 productos de la canasta básica, pero el gobierno central ha manifestado que no hay intenciones de congelar precios, sino de una concertación con los empresarios.
Germán Castro, sindicalista de la Central General de Trabajadores, informó que en la actual negociación los representantes de la clase obrera propusieron un incremento del 29 por ciento, mientras, los empresarios han planteado una regionalización de la negociación del salario mínimo.
“En realidad, la empresa privada no ha respondido nuestra propuesta, lo que están haciendo es atrasar mas la negociación con el objetivo de no pagar en forma retroactiva el salario, ya que el ajuste debe pagarse a partir de enero de este año, no a partir del mes en que se concluye la negociación”, explicó Castro.
En 2003, a las obreras de la maquila los empresarios les robaron unos 70 millones de lempiras, porque no pagaron el incremento al salario mínimo en forma retroactiva.
¿Cuanto debe aumentar el salario?
Según el Banco Central de Honduras, para Diciembre de 2005, el costo de la canasta básica de alimentos era de 4,029.90 lempiras mensuales, que representan un gasto diario de 134.33 lempiras.
En contraste a esta situación, el salario mínimo, era apenas de 2,933 lempiras mensuales, el mayor en la escala salarial fijado para las y los trabajadores de la maquila, o sea que puede ser mucho menos. De acuerdo a estas cifras, un ajuste de salarios, no puede ser inferior al 40 por ciento.
Aun conociendo estos datos, los dirigentes obreros encargados de la negociación han planteado un porcentaje del 29 por ciento, porque según ellos mismos lo reconocen, no pueden lograr que la empresa privada otorgue el ajuste salarial que realmente necesita la población laboral.
El año pasado las negociaciones duraron cuatro meses y al final no se logro el 38 por ciento de ajuste que exigían los obreros, ya que se estableció apenas en un aumento del 12 por ciento.
Para este año, la situación no cambiará mucho, si los negociadores que representan los intereses del sector laboral en el país, continúan con la misma estrategia de hacer cálculos y fijar porcentajes que al final no suman, sino que restan lempiras del bolsillo de las y los obreros de Honduras.

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