CAMBIOS EN EL SISTEMA DE PAGO PROVOCA DESPIDOS EN LA STANDARD

Después de gozar durante mucho tiempo de salarios mejorados por las conquistas del sindicato, los trabajadores de la Standard Fruit Company de Puerto Castilla, ven afectados sus ingresos familiares, porque la em¬presa rebajó los sueldos en más de un cincuenta por ciento.
Hasta hace ocho meses, 17 empleados de los departamento de estructura, mecánica y refrigeración laboraban bajo un sistema denominado PWR, donde los salarios eran devengados por hora trabajada, pero la empresa argumentando baja producción, cambió este sistema por un salario ordinario diario.
Según los trabajadores, el argumento planteado por el gerente de la empresa, Pablo Melgar es que ellos no pueden ganar más que él. “El nuevo gerente nos dijo claramente que no iba a negociar con nosotros, que si no nos gustaba el cambio que nos fuéramos”, comentan algunos de los afectados, que para no ser victimas de represalias,
prefieren mantenerse en el anonimato. Esta actitud hizo que los empleados se declararan con despido indirecto.

Complicidad sindical
Después de casi ocho meses de diálogo entre el sindicato y la empresa, los trabajadores vieron frustrada su lucha, porque se enteraron que la actual dirigencia sindical liderada por Jorge Guerrero, estaba siendo manejada al antojo de la transnacional.
Los trabajadores se quejaron por la falta de comunicación que hubo entre la empresa y los trabajadores, al no ser informados del cambio de la política salarial que pretendían llevar a cabo.
Manifestaron que ellos se dieron cuenta del cambio de sistema de pago, hasta que ya se estaba ejecutando. Esto provocó malestar en los trabajadores y decidieron proponerle a la empresa que mejor les diera las prestaciones, calculadas con el antiguo método, porque de lo contrario salían perjudicados. La petición no fue bien vista por la empresa y los ejecutivos manifestaron que quienes no estuvieran de acuerdo con el nuevo sistema de pago, podía irse sin reclamar ningún derecho. Tratando de lograr su propósito los empresarios co¬menzaron a hostigar a los trabajadores.

Confabulación del Ministerio
El 13 de octubre del año pasado el inspector del Ministerio del Trabajo, Bruno Leoni entregó al gerente de la empresa, una notificación del despido indirecto de los 17 trabajadores.
“Al principio nosotros venimos al Ministerio del Trabajo para que nos calcularan las prestaciones y el monto que nos da es del 100%, pues es un despido, no una renuncia” explica uno de los obreros.
Expresó, que el inspector de la Secretaría del Trabajo, cuando llegó junto con los representantes de la empresa, había cambiado el cálculo de prestaciones y el monto era menor al original. Esto despertó sospechas en los trabajadores, porque podía tratarse de una posible complicidad entre el Ministerio y la empresa.

Por su parte el inspector del trabajo, Bruno Leoni, asegura que cuando los trabajadores negociaron con la empresa no lo invitaron y que fue llamado cuando ya habían llegado a un arreglo, que su participación sólo fue para dar fe de que habían llegado a un acuerdo.
Pérdida de derechos
A un empleado que tenía más de cinco años de laborar le correspondía según el cálculo de prestaciones realizado por el Ministerio del Trabajo; 185 mil lempiras, pero la Standard Fruit Com-pany sólo ofrecía pagarle 85 mil, al final este trabajador logró negociar 110 mil. Es decir, la empresa se quedó con 75 mil lempiras que no le pagó al trabajador. “Nos vimos perdidos, los abogados nos dijeron que era difícil ganarle una demanda a la Standard, entonces decidimos no introducirla y aceptamos el 60 por ciento del total de prestaciones”. Manifestó uno de los afectados. Casos como este no deberían darse en un país de derecho que proclama la paz y la democracia, en Honduras las leyes laborales son violentadas sin que los organismos encargados de impartir justicia las hagan respetar, sobre to¬do cuando se trata de empresas transnacionales, como la subsidiaria de la Dole, dedicada al cultivo y exportación de banano y pina.

Negligencia sindical
Lamentaron que cuando más necesitaron del apoyo del Sindicato de Trabajadores de la Standard Fruit Company (SUTRASFCO), no respondieron al lla mado, “fue frustrante saber que un sindicato que por tantos años había logrado buenas conquistas hoy nos diera la espalda, debido a los dirigentes que hoy lo lideran”. Dijeron los trabajadores.
Además pidieron a las organizaciones sindicales ser firmes a sus principios y no venderse con los patronos a la hora de reclamar los derechos de los trabajadores, “Para nosotros lo más justo era que nos liquidaran las prestaciones, con el sistema anterior y que nos volvieran a contratar con el nuevo sistema”, dice una de las 17 personas despedidas, responsabilizando de su situación al gerente de la empresa, Pa¬blo Melgar.

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