Padre Guadalupe Carney

“¡Ser Cristiano es ser Revolucionario” “Si un Hondureño no es revolucionario no es cristiano”

Ultimas Palabras de su Libro “Metamorfosis de un revolucionario”

Nació en Chicago Ilinois el 28 de octubre de 1924 y fue bautizado con el nombre de James Francis Carney Hanley. Llegó a Honduras en 1962 como sacerdote Jesuita y al convivir con los pobres en las comunidades campesinas y participar de sus luchas se transformó, como él lo dice en sus memorias, de un gringo burgués en un luchador revolucionario.

Tanto quiso a nuestro país que cambió su nombre a Guadalupe y en 1973 se nacionalizó hondureño. Fue expulsado de Honduras el 17 de noviembre de 1979 al cancelarle el gobierno su carta de naturalización. En la carta que reproducimos nos pide que no lo dejemos sólo en su lucha por recuperar su nacionalidad y aunque él fue asesinado en Olancho en 1983, es nuestro deber recuperar su memoria para que viva por siempre entre los hondureños acompañando las luchas populares.

CARTA ABIERTA A LAS ORGANIZACIONES POPULARES DE HONDURAS

13 de mayo de 1980
Después de mi injusta e ilegal captura, deportación, y cancelación de mi carta de naturalización como hondureño, quedé atónito por la reacción en mi favor por parte de todas las fuerzas populares de Honduras. He recibido recortes de casi todo lo que ha salido en los periódicos sobre mi caso. Escribo esta carta abierta a todos ustedes porque no puedo escribir individualmente a los miles de compañeros que han mostrado su solidaridad conmigo. Es para agradecer sinceramente del fondo de mi corazón a todas las organizaciones populares de obreros, campesinos, de indígenas, de delegados de la palabra, de profesores de estudiantes, de mujeres, de comunidades cristianas, de periodistas, de partidos y movimientos políticos, y también a los muchos profesionales y gente humilde que por su propia cuenta mostraron su solidaridad y protesta.

Todo esto me ha conmovido profundamente, y ha aumentado aún más mi amor al pueblo hondureño y compromiso con Cristo y con ustedes de dar todas mis fuerzas y aun mi vida por la liberación de los oprimidos de Honduras. Excito a todos ustedes de unirse para la liberación olvidando por ahora las diferencias ideológicas. ¡Cuánto me alegré de oír de la unión de las tres organizaciones campesinas más liberadoras en el frente Unido! ¡Ojalá que todas las fuerzas populares se unieran en el Frente Patriótico Hondureño y en el Comité de Defensa de los Derechos Humanos de Honduras (CODDERHH)!, “Tenemos que cambiar radicalmente las estructuras económicas –sociales injustas de Honduras”, como han dicho varios papas y los obispos latinoamericanos. La oligarquía que ha acaparado el poder y la riqueza en Honduras, explotando alas masas trabajadoras para su propio beneficio, naturalmente se opone a estos cambios.

Estoy en Nicaragua ahora trabajando en una parroquia rural con los campesinos pobres, y aprendiendo cómo se hacen los cambios económicos sociales con la movilización de todo un pueblo, el glorioso pueblo sandinista. Todos los campesinos, obreros, mujeres, estudiantes, y profesionales honestos están organizándose para practicar el poder popular.

Tres amigos abogados hondureños vinieron a ofrecerme sus servicios para pedir la nulidad del Acuerdo No. 360 de la Junta Militar de Honduras cancelando mi carta de naturalización. ¡Ojalá que todos ustedes sigan respaldándome en la lucha para recuperar mi nacionalidad hondureña. SOY HONDUREÑO desde el fondo de mi ser. Ningún decreto de ningún gobierno puede quitarme mi deseo de ser hondureño y de amar a Honduras y a su pueblo como mi verdadera patria. Estoy seguro que, con la ayuda de Dios regresaré para acompañarles a ustedes en la gran lucha para nuestra liberación.

Biografía completa del padre Guadalupe

La muerte de algunas personas no acaba con la vida de sus pensamientos y aunque la presencia física deje de existir, las cosas que pensaba y hacia trascienden a través del tiempo, dándole mas valor a todo aquello que nos recuerda su vida.

Por eso, la autobiografía “Solo Díganme Lupe”, que ya circula en nuestro país, es un renacer de la presencia del sacerdote estadounidense James Carney en Honduras narrando en sus paginas la experiencia de un servidor de la iglesia comprometido con los pobres.

Las memorias del Padre Lupe ya habían sido publicadas en ingles y en esta edición traducida se relatan los hechos anecdóticos con un lenguaje sencillo y a veces emotivo que eran característicos en el sacerdote. Hace algunos años conocimos un breve resumen publicado con el nombre “Así es la iglesia” y ahora tenemos la oportunidad de conocer la biografita completa.

Además, en el epilogo del libro se incluyen las versiones que se han recopilado sobre la muerte del Padre Lupe, así como los esfuerzos que se continúan haciendo para recuperar sus restos.

Su compatriota y hermano

Padre Guadalupe

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