Solo reajuste al salario minímo se hace en las maquilas

El salario ha cambiado de 20.65 lempiras en 1993 a 58.30 hasta el 30 de septiembre del 2000. El salario en lempiras se ha triplicado, pero como los maquiladores reciben sus pagos en dólares, al devaluarse el lempira ellos siguen invirtiendo lo mismo para pagar sus planillas.
El salario por hora ha estado entre 40 y 50 centavos de dólar, sin embargo en algunos periodos de devaluación acelerada el pago diario ha bajado hasta 37 centavos de dólar.
Con el aumento logrado de 150 lempiras a partir del primero de octubre el salario de 58.30 sube a 63.30 de lempiras las 8 horas. El equivalente en dólar será de 0.52 centavos la hora al cambio de 15 lempiras por un dólar. Cuando el dólar llegue a 16 por uno se pagará a 49 centavos de dólar la hora, apenas un centavo más de lo que se ganaba en enero del 2000.
En febrero del 2001 el acuerdo es que los obreros y obreras de la maquila ganarán 68.30 lempiras al día, si el cambio se mantuviera a 15 por 1.57 centavos de dólar la hora. Lastimosamente, para febrero el lempira se habrá devaluado y cuando- llegúela 17 por uno otra vez el pago equivaldrá a 50 centavos de dólar la hora.
En los Estados Unidos el promedio salarial es de 9 dólares la hora, es decir que con el pago de una trabajadora de allá se podría pagar hasta 20 obreras hondureñas.

Desde luego que si aquí se pagara lo mismo que en Estados Unidos Tas empresas no vendrían.
Pero una cosa es ofrecer mano de obra barata y otra regalarla, puesto que los salarios de las obreras hondureñas sólo sirven para mantenerse en pie y continuar en el puesto de trabajo. Igual sucedía en el esclavismo: el amo le daba lo necesario para que el esclavo le continuara brindando sus servicios.
Los empleos con salarios de hambre no contribuyen al desarrollo de la nación, sólo al enriquecimiento de los dueños de la fábricas y los productos.
Así como los empresarios hondureños cobran el alquiler de las naves y todos sus servicios en dólares, bueno fuera que también se hiciera para las trabajadoras. De lo contrario los aumentos de salarios serán nada mas aumento de billetes, pero cada vez de menos valor.

Fuente: Vida Laboral Edic. # 3, Noviembre de 2000

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