Trabajadores de la maquila reclaman respeto a sus derechos laborales

El paro de labores se mantiene desde el jueves por la mañana, aunque la empresa hace intentos de operar con personal nuevo y algunos trabajadores que ingresaron por un segundo portón de acceso. Los obreros que laboran están en cautiverio encerrados bajo llave, incluyendo a uno de los protestantes que fue agarrado por la fuerza e ingresado a una de las oficinas de la empresa.

La policía nacional ha desplegado patrullas que custodian las instalaciones de la empresa y mantienen bajo amenazas a un grupo de trabajadores se encuentran en las afueras, indicándoles que al menor relajo los llevan a la cárcel.

Los obreros y obreras se quejan de malos tratos, que les exigen alta calidad en el producto sin tomar en cuenta que laboran en dos operaciones, cierre de hombros y cierre de costados, por ejemplo. Dijeron que su trabajo lo realizan bajo estricta vigilancia por supervisores que les exigen rapidez a cada instante.

Los trabajadores aseguran que por mínimos errores reciben amonestaciones, que generalmente son cobrados a un valor de cien lempiras, equivalentes a $5.00 dólares, descontados del salario y bajo la amenaza de ser suspendidos durante cuatro u ocho días, sin goce de sueldo. También denunciaron que los ejecutivos de la fábrica no les permiten completar la hora del almuerzo.

Por su parte Eduardo Facussé, miembro del Consejo Hondureño de la Empresa Privada y hermano del propietario de maquila, Luís Facussé, afirmó que el decreto ejecutivo del salario mínimo, no es aplicable al personal de Costuras, porque sus obreros ganan salarios superiores al mínimo. Los trabajadores (as), señalan que esa no es verdad, porque lo que les permite mejorar sus ingresos es el bono por producción, beneficio que reciben por el esfuerzo propio y no por voluntad de la empresa.

Las trabajadoras (es) de Costuras devengan salarios 741 lempiras semanales cubriendo jornadas diarias de nueve horas y media, lo cual constituye una violación al Código del Trabajo y a los Convenios internacionales, que establecen la jornada universal de ocho horas. Común

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