Las mujeres hondureñas han sido protagonistas y constructoras de la historia, aunque la mayoría de las veces su aporte ha sido ignorado, Visitación Padilla ha logrado trascender con sus ideas y luchas, como un ejemplo para otras mujeres y para el pueblo.
Considerada una de las pioneras del feminismo en Honduras, esta mujer se destaó por su participación política contra la ocupación militar norteamericana, organizando un movimiento para sacar las tropas, junto a Froylan Turcios y otros patriotas hondureños.
En 1924, Honduras era el primer exportador de bananos en el mundo, pero las grandes ganancias eran para la United Fruit Company y para proteger sus intereses económicos, Estados Unidos envía sus marines para controlar un conflicto civil; un militar hondureño, impuesto por los invasores, asume el gobierno provisional.
Voces valientes se alzaron con indignación y protesta reclamando el respeto a la soberanía nacional, Visitación Padilla, se sumó a esta lucha y siguiendo sus huellas en la década de los ochenta un grupo de mujeres, se plantó muchas veces frente a la base de Palmerola, en Comayagua para gritar una consigna por la defensa nacional: La patria no se vende, no se alquila y no se presta.
De esta forma, el Comité de Mujeres por la Paz, bautizo su lucha con el nombre de Visitación Padilla para retomar su lucha anti-imperialista y promover acciones a favor de la organización social de la mujer.
La Sociedad Cultura Femenina.
En 1926, un grupo de mujeres creó en Tegucigalpa, la sociedad Cultura Femenina, considerada la primera organización de mujeres que hubo en el país, y de la cual fue su secretaria general Visitación Padilla. Esta organización logró que el Congreso Nacional emitiera un decreto para establecer el Día de la Madre, el 24 de enero de 1927.
La fundación de la primera Escuela Nocturna para Adultos, fue una de las primeras acciones de esta organización favoreciendo con sus acciones educativas a las trabajadoras domesticas, vendedoras ambulantes y del mercado, lavanderas, amas de casa.
Un año después de haberse fundado Cultura Femenina, esos objetivos son ampliados a una lucha clasista, por su clara definición de apoyo, organización y solidaridad con los trabajadores; Visitación Padilla es la primera mujer que ocupa un cargo importante en la dirección de la Federación Obrera Hondureña (FOH) al formar parte del Consejo Consultivo de esta Federación.
Visitación Padilla, quien era activista del Partido Liberal, se retiro definitivamente de la organización en 1927, a raíz de un conflicto interno con Graciela García, Maria Luisa Medina y Gregoria López, quienes lograron el apoyo de la mayoría de las socias para que la Sociedad Cultura Femenina no brindara su apoyo a la candidatura independiente del liberal Santiago Domínguez, para la alcaldía de Tegucigalpa.
Visitación Padilla se retiro de cultura Femenina dejando huella de un trabajo a favor de la mujer que prestigio a esa organización y extendió su influencia en la sociedad hondureña.
Quizás la ultima lucha que libro Visitación Padilla fue su tenaz resistencia contra la Dictadura de Carías , demostrando que en Honduras, las mujeres y los hombres no deben mantener el silencio en una sociedad donde no exista el respeto a la dignidad humana.
Datos Biográficos
Visitación Padilla nació el 2 de julio de 1882 en el Caserío de Ojo de Agua, municipio de Talanga, departamento de Francisco Morazán, donde residió junto a a sus padres, Hilario Padilla y Lupe Irías, antes de trasladarse a la capital, donde obtuvo su titulo de Maestra de Educación Primaria en 1909.
Choncita, como le decían sus allegados, fue sin duda una maestra comprometida, en los diversos centros de enseñanza donde laboro, escribió un texto de literatura infantil titulado Azucenas. También destaco como autora de la novela Del mundo a Cristo y como autora del texto Pasatiempos e Historias de la Educación Pública Hondureña. Además colaboró en el periódico El Nacional.
Colaboro con Doña Chinda de Mejia Colindres, esposa del entonces presidente de la republica Vicente Mejia Colindres, en la Liga Antialcohólica de Mujeres y debido a su entusiasmo, se organizaron filiales en diferentes poblaciones del país.
Profesaba la religión protestante. Nunca contrajo matrimonio, pero adopto una hija. Vivía con su madre, en la Avenida Jerez de Tegucigalpa, donde muy enferma sufrió de diabetes en los últimos años de su vida hasta que falleció de un derrame cerebral el 12 de febrero de 1960 a los 78 años.