La acción militar fue para impedir que continuara transmitiendo imágenes
de protestas a favor del regreso del expatriado presidente Manuel Zelaya,
dijo.
“me decomisaron todo el equipo de trabajo, hicieron daño a la
instalaciones, me buscaban como delincuente por el simple hecho de
publicar unas imágenes”, dijo Palacios.
Con gran temor por su vida y la de su familia, el comunicador relató lo
acontecido el martes 30 de junio cuando sufrió el atropello de los
militares.
“Me siento ultrajado, agarraron mis niños con fusiles, allanaron mi casa,
me decomisaron el carro, me capturaron, el encargado segundo de las
Fuerzas Armadas, capitán de fragata tercero, me amenazó, me puso a ver el sol y cuando se dio cuenta que yo andaba con el comisionado de los
Derechos Humanos me empezó a tratar diferente”, dijo Palacios.
En Honduras se perdieron las garantías constitucionales de los ciudadanos, uno no vale nada, no se puede hablar nada, el equipo me fue entregado pero con condiciones, añadió el comunicador.
Posteriormente, las Fuerzas Armadas invitaron a un almuerzo a la prensa de la zona y en esa reunión les advirtieron a los comunicadores no hablar en contra del golpe, son muchas las condiciones que hay en la zona para que las radios estén al aire, dijo el periodista.
A sus 33 años de vida, Palacios comenta que nunca había vivido una
situación como esta, hasta ha pensado emigrar por no poder trabajar con
condiciones.
Fuente:
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