Tegucigalpa. Hans era un muchacho que no pertenecía a ninguna organización política. No era comunista, ni dirigente estudiantil, ni mucho menos sindicalista. Era un joven con muchos deseos de estudiar ingeniería. Pasó en el momento menos indicado y pagó el precio de justos por pecadores.
Era el número nueve de once hermanos del matrimonio hondureño estonés (país báltico) María Elena López y Arnold Friedrich Madisson Lûllmannn. Hans Madisson nació el 14 de abril de 1958 en Puerto Cortés en el ceno de una familia económicamente cómoda.
En el año 1971, su padre falleció a consecuencia de un infarto y fue enterrado en la ciudad de Siguatepeque donde se habían trasladado a radicar después de vivir algunos años en Tegucigalpa. Cuando Hans conoce tan triste noticia, se sube a un árbol donde no quiere bajarse porque no acepta que su padre ya se había ido.
Durante dos años, Vaike vive con su hermana Martha y al cumplir 19 años contrae matrimonio con un Subteniente del Ejército y Hans queda solo con su hermana Martha, quien lo apoya hasta que termina su Bachillerato en Ciencias y Letras en el año 1981.
En enero de 1982, Hans quiere ingresar a la universidad y Vicky le dice que se regrese a Tegucigalpa, ya que su esposo ahora tiene una mejor posición económica, Gerente General en el Banco Central y necesitan de un motorista, a lo que Hans dice que con mucho gusto ayudará llevando a su hermana y sobrinos y servirá como motorista.
Ese mismo año no puede ingresar a la universidad, porque le falta sacar la clase de educación física, misma que debía cuando cursó primer curso y se descubrió que él tenía una lesión en el corazón y por esa razón no había terminado sus estudios. Sin embargo, acudió al Ministerio de Educación y durante el primer semestre de 1982, pudo cursar la clase de educación física y pudo aplicar al curso de nivelación en la UNAH.
Hans Madisson era un joven inocente. El jueves 8 de julio de 1982, a las 6:00 p.m. llamó a su hermana Vaike para contarle que había aprobado el examen de suficiencia para estudiar ingeniería. también le preguntó a Vaike que si había visto a Gerardo, su hermano menor, que le diera el número de teléfono para llamarlo porque ese día su cuñado había venido de Estados Unidos y quería que fueran a realizar un mandado a San Pedro Sula. Entonces Hans le dijo que iba a ir a traer la chumpa (chaqueta) donde Gerardo que se la había llevado.
Hans llamó a Gerardo y éste le dijo que cuando llegara le avisarían para bajar y entregarle la chumpa, caso que nunca sucedió. Gerardo llamó a Vaike para preguntar que sí sabía algo de Hans, ya que aún no llegaba a traer la chumpa.
Esa misma noche hubo un operativo militar en la Colonia Florencia Sur, en la misma cuadra donde vivía su hermana mayor, Vicky. Hans pasó por enfrente de la casa que tenían sitiada los militares. La Colonia estaba tomada por un contingente de militares, durante unas cinco horas, no dejaban salir ni entrar a nadie. Se escucharon varias ráfagas de tiros. Luego la policía informó que hubo un enfrentamiento en la casa de una familia nicaragüense que estaban apoyando a comunistas guerrilleros provenientes de Nicaragua y El Salvador.
Según los albañiles que estaban construyendo varias casas en el lugar, vieron que Hans pasó, y a la vuelta de la esquina fue detenido por los militares.
Posteriormente y de acuerdo a llamadas anónimas que recibió la familia, Hans les dijo a los militares que lo habían detenido, que él tenía un cuñado que era Militar que llamaran a su esposa Vaike, quien trabajaba en BANADESA.
El día siguiente llegó a BANADESA el señor Florencio Caballero, y Vaike le preguntó si sabía de su hermano Hans, a lo que este señor le dijo: “Ah, a ese lo dejamos en la carretera del norte”. Vaike llamó a su hermana Vicky y le contó. Vicky quien estaba en estado de embarazo le pidió a su vecina, Ana de Quan, que le acompañara a buscar a Hans en la carretera del Norte.
Al día siguiente en BANADESA una compañera le dijo a Vaike que había escuchado en Radio América que habían encontrado un cadáver descuartizado en La Pirámide, carretera al Norte.
Vaike fue junto con su concuñado a la Dirección Investigación Nacional (DIN), y el Teniente Flores Ponce la envió con un efectivo a la morgue para ver los cadáveres de La Florencia y vio sobre unos archivos un bulto que estaba cubierto con una frazada azul marino, pero como el efectivo militar le decía que se apurara, no insistió mucho, pero al llegar a la casa le manifestó a su mamá lo que había visto.
Doña María madrugó al día siguiente para ir y cerciorarse, pero la sorpresa fue que ya no había nada. Vaike presume que lo que estaba sobre los archivos era el cuerpo de Hans, el cual a los ocho días de haber desaparecido fue encontrado en La Pirámide por un grupo de campesinos.
Los campesinos del lugar dijeron que enterraron el cuerpo porque unos perros se lo estaban comiendo y entonces le dijeron a la madre de Hans, quien había acudido al lugar, que tenía una placa de dientes y ella la tomó y cuando la mostró en la casa, todos los familiares supimos que era Hans.
El caso de Hans fue denunciado ante la Fiscalía de Derechos Humanos. En octubre de 1995, cuando el Ministerio Público abrió sus puertas, en los periódicos pedían a los familiares de desaparecidos que se personaran a dicha instancia. Hans Albert Madisson fue sepultado en Tegucigalpa 13 años después de su desaparecimiento forzado en la década de los 80.
Bili Joya estuvo dirigiendo el escuadrón de militares que sitiaron la Colonia Florencia. Pero quien estaba coordinando las acciones de represión y persecución era Florencio Caballero Reyes, quien años después y a raíz de una grave enfermedad, confesó que había participado en la desaparición de Hans Albert.
Hans tenía su novia, Militza Castillo con quien quería contraer matrimonio, pero no tuvo la oportunidad de realizar su sueño. Nunca tuvo hijos y su madre lo añoró hasta el día que ella falleció el 1 de enero del 2002, dejando un vacío inmenso en toda su amada familia.
B/OCON
Fuente: Común Noticias, lunes 7 de julio de 2008