En menos de 30 horas han asesinado en el país a un abogado y a un fiscal del Estado, ambos se identificaron con luchas sociales; el abogado Trejo defendía a los campesinos en el valle del Aguán, y el fiscal Díaz en 2008 participó durante veinte días en una huelga de hambre exigiendo la depuración del Ministerio Público.
Redacción Central / EL LIBERTADOR
Tegucigalpa. Asesinan de seis disparos al fiscal Eduardo Díaz mientras iba llegando al Ministerio Público de Choluteca, ciudad ubicada a unos 140 kilómetros al sur de la capital hondureña.
El ahora occiso participó veinte días en la huelga de hambre que cuatro fiscales del Ministerio Público realizaron en 2008 como forma de lucha contra la corrupción en el sistema judicial de Honduras.
El sábado a las 9:10 de la noche fue asesinado el abogado, Antonio Trejo Cabrera, destacado defensor de campesinos del valle del
Aguán, donde –según registros de organizaciones del campo, han sido asesinado 64 hondureños que reclaman tierras en posesión de los terratenientes Miguel Facussé, de origen árabe, el salvadoreño Reynaldo Canales y el nicaragüense René Morales.
El abogado fue ejecutado a balazos cuando salía de oficiar un matrimonio en la colonia América, en el sur de Comayagüela, ciudad hermana de Tegucigalpa, juntas forman la capital de Honduras
Hoy, por la mañana fue asesinado en Choluteca el fiscal Eduardo Díaz, lo que representa la ejecución de dos hondureños, uno por día, que han participado en acciones sociales cuestionando la miserable situación del actual modelo político, económico y judicial del país.