La situación de violencia contra las mujeres en Honduras se ha incrementado de forma alarmante en los últimos años. La región Nor-occidental de nuestro país, es uno de los lugares más peligrosos para las mujeres. Feminicidios, abusos sexuales, extorsiones, secuestros, violencia domestica, amenazas, se han convertido en un cotidiano que alimenta el miedo de las mujeres como parte de una cultura y que representa el síntoma más visible de la ausencia de un estado de derecho.
En este marco, las organizaciones que integramos el Foro de Mujeres por la Vida. Zona Norte, denunciamos ante la comunidad nacional e internacional;
La grave situación que enfrentan las defensoras de derechos humanos de la zona, que desde su labor se han convertido en blanco de graves amenazas a su integridad. Solo en los últimos tres meses dentro de nuestras organizaciones documentamos cinco amenazas para mujeres defensoras de derechos humanos, que van desde mensajes telefónicos, intimidaciones y vigilancia en sus viviendas o centros de trabajo hasta amenazas de secuestros. A esto se suman calumnias, actitudes misóginas y violentas de funcionarios públicos contra ellas en el ejercicio de la defensoría de derechos humanos. Tal y como lo menciona la Comisión Interamericana de Derechos Humanos cuando se pretende silenciar e inhibir la labor de las defensoras y defensores se niega a su vez a miles de personas la oportunidad de obtener justicia por violaciones a sus derechos humanos.
1.El impacto de la violencia en la vida y cuerpo de las mujeres, sobre todo de las jóvenes. Sólo en el último mes 28 mujeres jóvenes han sido víctimas de crímenes de odio, bajo escenarios terribles y dolorosos, que van más allá de lo creíble o pensable en nuestras sociedades. Ante estos hechos las jóvenes se preguntan ¿Cómo vivir en un país donde la vida de una niña termina a sus 16 años en manos de asesinos que la lapidan con piedras?; ¿Cómo aprendes a vivir cuando tu madre está desaparecida desde hace dos años sin que nadie dé respuestas de nada? ¿Cómo se convive con el terror de vivir en territorios cautivos donde la violencia define la dinámica cotidiana?¿Cómo seguir soñando, construyendo, creciendo en un país donde no se reconoce ni siquiera el derecho a decidir sobre nuestro cuerpo y donde cualquiera puede utilizar nuestro cuerpo como territorio para sus guerras? ¿Cómo encontrar respuestas en un país donde la impunidad cimienta toda la institucionalidad?
2.El contexto de militarización que legitima la violencia como una forma de relacionamiento del Estado con la población, y que representa una manifestación cruda del patriarcado, ha exacerbado las violencias contra las mujeres y debilitado una institucionalidad del Estado que se evidencia imposibilitada de dar respuestas a estas problemáticas.
Ante estas realidades, creemos fundamental:
1.-Que en un mes el Ministerio Público, entregue un informe del estado de casos de feminicidios de la zona Nor-occidental que refleje avances, obstáculos y propuestas, en concordancia con los compromisos nacionales e internacionales asumidos en los que se compromete a actuar con la debida diligencia para prevenir, investigar y sancionar la violencia contra la mujer.
2.-Recordamos al Estado su responsabilidad en materia de protección a defensoras de Derechos Humanos consignada en la Declaración sobre el derecho y el deber de los individuos, los grupos y las instituciones de promover y proteger los derechos humanos y las libertades fundamentales universalmente reconocidos.
3.-Exigimos al Estado avances concretos y compromisos públicos en el combate a la impunidad que rodea los casos de violencias contra las mujeres. Reclamamos que estas acciones deben ser socializadas y consensuadas con familiares y organizaciones de mujeres que históricamente han defendido los Derechos Humanos de las Mujeres en el país.
4.-Denunciamos que las Instituciones vinculadas a la prevención, investigación y sanción de las violencias contra las Mujeres como el Instituto Nacional de la Mujer, el Ministerio Público, el Comisionado Nacional de Derechos Humanos, la Policía Nacional, tienen responsabilidad en la situación que se vive en la zona.
5.- Sabemos del accionar cotidiano y certero del movimiento feminista y de mujeres en todo el país, quienes muchas veces asumimos responsabilidades que son del Estado. Nos convocamos a seguir denunciando, documentado, movilizándonos, articulando nuestras luchas.
6.- Llamamos a los movimientos sociales y población en general para asumir acciones concretas y serias en torno a los derechos humanos de las mujeres como una problemática de país que debe ser incorporada en cualquier agenda y propuesta.
San Pedro Sula, 25 de Septiembre 2012.
Por los sueños Truncados
Por las sonrisas Borradas
Por las vidas arrebatadas
¡Las mujeres exigimos justica!