En el siglo XIX se denominó saturnismo a la intoxicación por sales de plomo, debido a la asociación que se hacía en aquella época entre el planeta saturno y el metal de plomo.
Esta enfermedad constituye una de las intoxicaciones profesionales más frecuentes ya que existe riesgo en la minería, en fábricas de baterías, fundiciones y refinerías, talleres de carros, soldaduras, en la refinería de petróleo y otras industrias.
Riesgos menores provienen de las im¬prentas y del uso de algunos insecticidas. El plomo es también un contaminante atmosférico originado en humos de automóviles y de cigarrillos. Los que hacen reformas y renovaciones, los pintores, el personal de mantenimiento y los propietarios a menudo trabajan en casas y apartamentos que contienen pintura a base de plomo. El tipo de trabajo que realizan puede generar un peligro de plomo si alteran esta pintura y producen polvo o pedacitos de la pintura.
Aún las actividades comunes, por ejemplo el lijado y raspado de una repisa de ventana vieja pintada, la remoción de gabinetes y la eliminación de la pintura con una pistola de aire caliente pueden producir polvo, pedacitos o humos de plomo peligrosos.
El plomo puede entrar en el cuerpo de dos maneras: inhalación, es decir respirándolo e ingestión, es decir comiéndolo. Un trabajador podría respirar plomo en polvo o en forma de vapores sin siquiera saberlo, de igual manera puede tragarse el polvo de plomo si este llega a su comida o bebida. Inclusive puede tragarse el polvo de plomo si come sin lavarse primero las manos.
Los principales síntomas
Los pacientes intoxicados muestran anorexia, tos, dificultad de respiración, diarrea o constipación, pesadez de los pies y las manos, falta de fuerza, dolor de cabeza y depresión.
Una línea negruzca en las encías, originada por el depósito en los dientes de sulfuro de plomo, constituye la señal más evidente de la enfermedad.
El tratamiento implica en primera instancia la suspensión de la actividad laboral y la hospitalización hasta por una semana o más dependiendo de los resultados de la primera terapia, sin embargo, es posible lograr la curación.
La prevención
La prevención incluye el aseo riguroso de piel y ropa con cambio de ésta; el aseo riguroso de las manos, la corrección de las técnicas de trabajo; la ventilación que es esencial, si no es posible evitar la formación de vapores de plomo.
Para evitar la exposición a niveles altos de plomo que causen la intoxicación, las empresas tienen la mayor cuota de responsabilidad, tal como se expone en el articulo 13 del convenio 42 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), se requiere que el promedio de plomo en el aire de un lugar de trabajo en un período de ocho horas no debe ser mayor que 50 microgramos por metro.
El convenio también manda, que en algunas circunstancias, los trabajadores pueden ser transferidos a trabajos que no los expongan al plomo sin que esto conduzca a la pérdida del pago o de beneficios.
Se supone entonces que las empresas deben contribuir a evitar la exposición proporcionando un equipo completo de protección a los obreros como:
• Careta con vidrio de protección para soldar
• Tapones industriales para los oídos
• verol de piel
• Guantes de piel u otros materiales
• Espinilleras de asbesto
• Zapatos mineros con refuerzo en la punta de acero
• Casco de protección para la cabeza
• Instalaciones con buena ventilación