Las mujeres no tienen acceso a la tierra ni a financiamiento para vivienda
Son entre otras las conclusiones a las que llegaron las representantes de organizaciones campesinas y expositores en el Foro: La Mujer Rural y la Estrategia para la Reducción de la Pobreza (ERP) desarrollado en Tegucigalpa, en el marco del Día de la Mujer Rural.
El evento contó con la participación del representante del Fondo de Naciones Unidas para la Alimentación FAO, Dr. Compton Paul, la vice presidenta del Congreso Nacional Lizzie Flores, la Directora Técnica del Instituto Nacional de la Mujer (INAM), Leandra Pastora Bonilla, la presidenta de la Confederación Hondureña de Mujeres Campesinas (CHMC), María Concepción Betanco, Lina Martínez, representante de las mujeres indígenas, Marcela Ballara, representante de la FAO y Mayra Mejía, Ministra de la Secretaría de Recursos Naturales y Ambiente.
En su exposición, Marcela Ballara de la Oficina Regional del Fondo de Naciones Unidas para la Alimentación FAO de Chile, dijo que en el continente americano la pobreza más dura y profunda está en el sector rural.
Ballara señaló que de la población rural, las más afectadas continúan siendo las mujeres cuyo trabajo es mal remunerado y tienen un menor acceso a la tierra, educación, tecnología, al crédito, al capital y a los mercados para comercializar sus productos.
“La mujeres en muchas ocasiones son discriminadas y tenemos un menor acceso a la información. También tenemos menor poder de representatividad, porque son pocas las mujeres que estamos en los niveles de decisión”, expresó Ballara.
Según estudios de la FAO y de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) las mujeres realizan muchos trabajos que no son remunerados, por ejemplo, cuando realizan los trabajos domésticos en sus hogares.
De las mujeres rurales en comprendidas entre de 15 y 26 años, el 71 por ciento de ellas no reciben ninguna compensación económica por el trabajo que realizan. En aquellas, cuya edad va de 25 a 59 años, un 45 por ciento no recibe salario por la actividad económica que ejecutan.
Con relación al tema del acceso a la tierra, la FAO y CEPAL constataron que las mujeres tienen menos acceso a una parcela escriturada de tierra en relación a los varones.
La representante de la FAO señaló que las mujeres rurales y las indígenas son las que menos acceso tienen a la educación. “Y la educación es fundamental para que las féminas puedan salir de la pobreza. No hemos invertido suficientemente para la educación de calidad en el campo”, expresó
Asimismo hizo un llamado para detener el avance del Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA), que está afectando a cientos de mujeres del campo.“Hoy día se está hablando en América Latina que el aumento porcentual de mujeres infectadas por SIDA es cada vez mayor que el de los hombres”.
Representantes de las organizaciones campesinas presentes en el foro, solicitaron al Comisionado Presidencial para la Estrategia de Reducción de la Pobreza, Fernando García, la atención y canalización de los fondos en los proyectos de beneficio para miles de mujeres campesinas, negras e indígenas del país.
Fernando García expresó que “en este momento hemos recibido 100 planes de inversión municipal, así como 28 proyectos del departamento de Lempira, 16 de Ocotepeque y 23 de Copán”.
Añadió que en lo que va del año se han presentado más de 20 proyectos por municipio, en función de que el gobierno central acordó una fórmula que orientara los recursos de la ERP hacia las municipalidades más pobres y los ediles deberán orientar esos dineros a las aldeas y caseríos más pobres.
La presidenta de la Confederación Hondureña de Mujeres Campesinas (CHMC), María Concepción Betanco, destacó que los pasos trazados por la mujer campesina van agigantados, “porque nosotras no teníamos acceso al crédito y ahora a través de la confederación (CHMC) conseguimos el acceso al crédito y tenemos empresas asociativas que han tenido acceso a la tierra”.
La CHMC aglutina a unas 48 mil afiliadas en todo el país, distribuidas en 14 departamentos. No hay presencia en Gracias a Dios, islas de la Bahía, Ocotepeque y Olancho.
Aseguró que las organizaciones realizan actividades en la parte productiva como la siembra de fríjol, maíz, maicillo, proyectos ganaderos y de micro empresa. También cuentan con Cajas Rurales que les permite obtener créditos.
La dirigenta campesina destacó que “la debilidad grande que tenemos es que como mujeres no hemos tenido acceso al mercado internacional para colocar nuestros productos. En lo que va de este año no hemos podido acceder a créditos”.
Datos del Instituto Nacional Agrario, indican que entre 1993 y octubre de 2002 solo se habían entregado 11 títulos a empresas campesinas de mujeres, contra 2 mil 839 títulos otorgados a empresas de hombres. Esos 11 títulos beneficiaron a apenas 235 mujeres, lo que evidencia una brecha de desigualdad en ésta materia.
Entretanto cifras del Banco Nacional de Desarrollo Agrícola BANADESA, señalan que de 1994 al 2003, los hombres recibieron el 89 por ciento en créditos, mientras que las mujeres apenas un 11 por ciento. Tradicionalmente las mujeres no han sido sujetas de crédito. En el sector vivienda, son los hombres los propietarios, lo que no permite a las mujeres acceder a préstamos poniendo como garantía sus viviendas.