Se derrumba la farsa de modelo empresarial de los maquiladores
La empresa ubicada en el municipio de Choloma, núcleo principal de la actividad maquiladora en el norte del país, adeudaba a las obreras un cuarenta por ciento
(40 %) del décimo tercer mes (salario y compensación social) del 2005, horas extras, bonos escolares, además de las cotizaciones que por Seguridad e Impuestos Municipales hicieran las trabajadoras y trabajadores, y que la empresa nunca enteró en su totalidad a tales instituciones, más el pago de maternidades, y prestaciones laborales.
Entre otros afectados están el Instituto Hondureño de Seguridad, IHSS a quien la empresa Golden National debía desde el año 2004 cerca de los 5 millones de lempiras, lo que equivale a más 250 mil dólares. Estaban morosos con la Empresa Nacional de Energía Eléctrica, ENEE, con el pago del alquiler de la nave industrial y pendientes con el pago de prestaciones de otros trabajadores que ya habían dejado de laborar.
La Colectiva de Mujeres Hondureñas, CODEMUH, organización feminista que desde más de 10 años contribuye en el acompañamiento y defensa de los derechos de las obreras de la maquila, en reiteradas ocasiones denunció ante el Ministerio del Trabajo una serie de atropellos y violaciones que efectivamente fueron constatados por los inspectores de Trabajo. Se interpelo a la Asociación Hondureña de Maquiladores para que frenara los abusos, cometidos y avalados por funcionarios pertenecientes a la misma organización empresarial.
Maria Luisa Regalado, coordinadora de la CODEMUH aseveró que el Ministerio de Trabajo solicitó el 28 de junio de este año que en el término de 15 días cesara todos los atropellos contra las trabajadoras, sin embargo no se dio ningún seguimiento al respecto y por el contrario los actos irregulares continuaron.
La empresa Golden National Group tiene un largo historial de abusos. El 2002 después de 11 años de operar en Honduras en la confección de ropa para marcas estadounidenses cerró por primera vez dejando a una 500 trabajadoras sin sus prestaciones sociales, a cambio de levantar la empresa y recuperar sus derechos ejecutivos de la Asociación de Maquiladores, AHM, como el señor Arnoldo Solís, ofrecieron convertirlos en socios de la empresa para que continuaran laborando.
Con la salida de los antiguos dueños de origen asiático, la empresa pasó a ser administrada por Marisela Solís, hermana del ejecutivo de la AHM, por el señor Rony Linares, asesorados por el Licenciado Eustaquio Sabillón, Waldo Fajardo, algunos de estos con nefastos antecedentes en otras empresas maquiladoras.
La Asociación de Maquiladores hizo toda una divulgación para presentar a la empresa como única y el mejor ejemplo de modelo empresarial manejado por los obreros y obreras. Sin embargo la supuesta sociedad en la que participaban las trabajadoras nunca fue real, hasta el 2003 en los registros de propiedad solo aparecían cinco socios, todos ellos personal administrativo. Luego de conocer el seguimiento que la Codemuh venia realizando a este caso se conoce el 2004 que en la sociedad se habían incorporado obreros, la sociedad no paso de 56 personas.
Con el cuento de ser socios de la empresa, las trabajadoras fueron sometidas a largas jornadas de trabajo que llegaban hasta el amanecer, a no recibir ni siquiera el salario mínimo, no exigir sus prestaciones para asegurar el bienestar de la empresa, soportar malos tratos, insultos, no recibir atención médica y otro tanto mas de violaciones a sus derechos.
Muchas nos aguantaron, desilusionadas y frustradas por no encontrar respaldo efectivo de las autoridades abandonaban la empresa dejando allí muchos años de esfuerzo y de su vida.
En lo que va del 2001 al 2006 más de 300 millones de lempiras, unos 16 millones de dólares ha significado en pérdida para las trabajadoras de las maquilas el cierre y fuga de los propietarios de las fábricas. Ningún gobierno ha tenido la voluntad política y la gallardía de parar los abusos y el pisoteo a las leyes nacionales y las estafas sistemáticas de los empresarios de la maquila.