Tras veinticuatro meses de trámites para recuperar el pago de sus prestaciones sociales, Luciano Navarrete Cerna, un motorista del departamento de ventas de Cervecería Hondureña, que fuera despedido sin el pago de sus derechos laborales, confía que la justicia prevalezca y la Corte Suprema falle a su favor.
Gavarrete, laboró veintisiete años para Cervecería Hondureña, concesionaria en Honduras de Coca-Cola FEMSA, la segunda embotelladora más grande del mundo y fue despedido el 26 de marzo del 2003, acusado de apropiarse de bienes de la empresa, para conocer el caso, Vida Laboral conversó con el motorista afectado.
Vida Laboral (VL) ¿Que opinión tiene usted a cerca de su despido de la Cervecería Hondureña?
Luciano Navarrete (LG) Fíjese que yo trabaje 27 años en el departamento de ventas, porque entré el 13 de julio de 1976 y me despidieron el 26 de marzo de 2003, yo era motorista y me despidieron por un faltante de productos, que sacaron los promotores y lo cargaron a mi liquidación.
VL: ¿De cuanto era el faltante y a que se debió?
LG: En total eran 111 mil 450 lempiras, por 800 cajas de cerveza que sacaron los promotores para cubrir las metas de venta en el mes, yo no saqué ni una botella de ese producto, lo sacaron ellos para darlo en consignación. Cuando los clientes pagaban los promotores me entregaban el dinero y yo lo entregaba a don Ricardo Espinoza (cajero) para que lo rebajara de la liquidación.
VL: ¿Y usted verificaba que le acreditaran en la factura el dinero que ingresaba?
LG: En una ocasión le entregué 25 mil lempiras a un muchacho que cubría el puesto de don Ricardo, porque el estaba incapacitado y solo rebajó en la computadora y no en las facturas; y cuando me despidieron todavía había un saldo de 78 mil que la empresa creen que yo los agarré.
GR: ¿Y el sindicato, que actitud tuvo respecto a su situación?
LG: El sindicato se reunió dos veces, pero la empresa dijo que lo que querían era un pagador y por eso no pudieron hacer nada.
VL: ¿Le buscaron arreglo al problema antes de separarlo de su trabajo?
LG: Si, antes de despedirme, el gerente de la empresa en Puerto Cortés, don Waldo Bogran, dijo que si no aceptávamos pagar el dinero, que nos ivan a despedir sin nada, porque éramos varios y por no perder el trabajo yo junto a los demás, acepté, aún sabiendo que no había tocado un cinco. Firmamos una nota autorizando para que dedujeran el pisto, pero después ellos dijeron que si admitíamos eso, era porque éramos culpables y por eso nos despidieron.
VL: ¿Que apoyo recibió usted en el Ministerio del Trabajo?
LG: Fui a poner en conocimiento la forma en que me despidieron, me calcularon las prestaciones y me tocaban 318 mil lempiras, citaron al gerente, pero no llegó él sino que mandó al apoderado de la empresa Mario Prieto, al final no se resolvió nada.
VL: ¿Qué otras acciones ha realizado usted para recuperar el valor de sus prestaciones?
LG: Yo demandé a la empresa en el juzgado de letras de Puerto Cortés, en la primera audiencia no se presentó el juez y mi apoderada legal la licenciada Edurfilia Alvarez, me dijo que no había más opción que la de apelar en la Corte, pero aquí le denegaron el caso y no quiso seguir el juicio.
VL: ¿Que piensa hacer ante la justicia para que le paguen sus derechos laborales?
LG: Seguir peleando, hoy he buscado al abogado German Amador, para que me represente y espero que el juicio avance, porque el caso está en la Corte Suprema y hay que esperar que se haya justicia.
VL: ¿Y actualmente a que se dedica?
GL: “Ahorita le cuido una propiedad a don Elias Handal y trabajo de vigilante en el hotel Costa Mar de Puerto Cortés.