Al observar las carencias de agua debido a la depredación de los bosques, hace varios años el sacerdote de origen salvadoreño, pero nacionalizado en Honduras, emprendió una lucha sin tregua contra el deterioro ambiental, específicamente en la defensa de los bosques de Olancho, donde se ubican las más importantes reservas forestales del país.
En ese sentido el sacerdote ha recibido el apoyo de los pobladores para exigirle al Estado el decreto de una veda en el corte comercial de madera.
Asimismo en junio de 2003, realizaron una manifestación denominada “Marcha por la Vida”, que salió de Juticalpa, cabecera departamental de Olancho hasta llegar a Tegucigalpa, capital de la república. La movilización fue apoyada por 27 organizaciones de estudiantes, trabajadores, campesinos, indígenas, activistas pro derechos humanos y las iglesias católica y evangélica, que caminaron 280 kilómetros, pernoctando en las aldeas, caseríos y ciudades situadas a la orilla de la carretera.
En ese momento Tamayo denunció que los industriales de la madera, a los que no identificó, habían ofrecido 40.000 dólares para que lo asesinaran, pero que el hombre contratado, desistió y le confesó la situación.
Hoy se abre un nuevo capítulo, los empresarios de la madera a través de sus empleados tratan de expulsar del municipio de Salamá, lugar donde se desempeña como párroco al religioso, que refiriéndose al tema manifiesta que no es verdad que todo el pueblo de Salamá haya pedido, que abandone esa comunidad en un plazo de 48 horas, que vence mañana a las cuatro de la tarde (22.00 GMT), sino que se trata de un reducido grupo de propietarios de aserraderos que están destruyendo el bosque en la zona.
“Yo soy el pastor y no puedo abandonar a mi pueblo, la lucha en defensa del bosque yo la empecé y no la voy a abandonar”, expresó Tamayo señalando que no se irá de Salamá.
Hasta el momento las autoridades de Salamá aún no se han pronunciado sobre el caso, que hoy sería conocido por el presidente hondureño. El Gobierno de Mel Zelaya impulsa un programa en defensa de los bosques, que inició en Olancho el pasado 28 de enero.
El trabajo de Tamayo en la defensa de los bosques hondureños es reconocido a nivel nacional e internacional. En abril del año pasado fue galardonado con el Premio Ambiental Goldman, en una ceremonia que se celebró en San Francisco, California, Estados Unidos.
COMUN 30 DE MAYO 2006
SALAMA OLANCHO, HONDURAS