Una vez más se demuestra la naturaleza desechable que la industria maquiladora aplica a sus obreras, cuando en Joy Apparel, en Puerto Cortés, se niegan a pagar sus prestaciones completas a una de sus obreras, quien no mencionó su nombre por temor a represalias. Ella se queja de un fuerte dolor, calambres e inflamación en sus piernas a causa de estar parada en su trabajo.
La obrera ha ido al Seguro Social y al hospital de área, en el Seguro le dieron un documento que hace constar que ella no puede laborar mucho tiempo parada y recomienda que se le de un trabajo donde pueda alternar su trabajo sentada y parada. Pero para el jefe de personal de la empresa los documentos del Seguro no tienen valor y sostuvo que no tenían trabajo para la obrera.
El Ministerio de Trabajo realizó una inspección para verificar si existían los documentos presentados por la obrera, la empresa dio por perdido los documentos, por suerte la obrera tenía copias en su casa, las cuales entregó el siguiente día.
Recientemente, en la fabrica, la trabajadora sufrió dolores agudos que le provocaron el llanto, la respuesta de la empresa fue que así no podían tenerla. Ella ha trabajado más de un año con 10 meses para Joy Apparel Abusos laborales
Se quejó la trabajadora que en esta empresa cuando sus compañeras llevan a sus hijos al seguro y salen tarde, la empresa les quita el pago del día y del séptimo día laboral.
La trabajadora labora como “manual” realiza trabajos de corte de hi¬los y revisión de trabajo. La obrera trabaja para mantener su hogar y a sus cuatro hijos.
“El jefe de personal me ofreció dinero, y me dijo que la empresa me puede hacer a un lado con mi enfermedad a ver quien se cansa primero”. El dinero ofrecido ascendía al 50 por ciento de las prestaciones de la empleada.
Muchas mujeres han renunciado y no han dado la lucha. En Joy Apparel laboran unas 800 personas que elaboran camisetas para la empresa norteamericana Wal-Mart.