Como Comité de Presos, Perseguidos y Exiliados Políticos del Golpe de Estado en Honduras (CPPEP) no aceptamos que se nos pretenda usar como argumento de esta Amnistía, ya que ninguna de nosotras ni de nosotros hemos cometido ningún delito y más bien actualmente somos victimas de un sistema judicial corrupto, propiedad privada de los mismos grupos que dirigen este golpe contra el Estado de Derecho en nuestro país.
Al acogernos a la Amnistía , estaríamos realizando un acto de ofensa a compañeros y compañeras asesinadas y a sus familiares, ya que estaríamos legitimando la impunidad para los verdaderos delincuentes que han llenado de luto las casas más humildes de Honduras.
Bertha Oliva, directora ejecutiva del Comité de Familiares de Desaparecidos de Honduras (COFADEH) manifestó que “la amnistía es un acto de impunidad para aquellos que incurrieron en el golpe de Estado y que cometieron delitos de lesa humanidad a partir del 28 de junio”.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) señaló que la amnistía otorgada por el Congreso hondureño es opuesta a la obligación del Estado de investigar violaciones a los derechos humanos en el país y que una ley de amnistía no puede servir de justificación para no cumplir el deber de investigar y de asegurar acceso a la justicia.
Desde el lunes 22 de febrero entró en vigencia el Decreto de amnistía que dice que esta se otorgará por oficio o a petición de las partes, pero recientemente la Fiscalía ha manifestado que, “los que se crean que les abarque la amnistía deberán acudir a los tribunales a arrepentirse de los delitos e invocar el decreto para que el juez le otorgue el sobreseimiento definitivo. En casos de controversia quedará al criterio del juez conceder o no esta figura jurídica”.
Esto se traduce en que debemos confiar en el criterio de fiscales y jueces que son parte del engranaje jurídico que violentó el Estado de Derecho, esto no es más que una trampa.
Y en otro sentido significa que debemos arrepentirnos de manifestarnos cuando esto es un derecho, que debemos arrepentirnos de caminar, de gritar, de luchar contra un régimen usurpador, cuando el artículo 3 de la Constitución (esa en cuyo nombre tantos delitos se han cometido por defender) nos da ese derecho y por lo tanto es un deber de todos y todas las ciudadanas de Honduras.
Cabe preguntarnos entonces si lo que el sistema judicial esta diciendo es que los y las delincuentes que han golpeado, apresado ilegalmente, violado, herido y asesinado a centenares de inocentes con el solo hecho de pedir perdón esquivarán una condena penal que no seria más que justa.
El decreto de Amnistía menciona que no incluye las violaciones de derechos humanos y de lesa humanidad, por lo tanto, debemos exigir la investigación y sanción de las graves violaciones a los derechos humanos que han dejado miles de personas detenidas, torturadas y golpeadas, más de 50 personas asesinadas, más de 130 personas perseguidas políticamente con juicios por delitos políticos , casi un centenar de exiliados y exiliadas políticos y cientos de personas amenazados y vigilados por cuerpos represivos implementados por la dictadura.
Nosotros y nosotras como victimas no estamos pidiendo revancha, estamos exigiendo justicia y estamos haciendo todo lo que esta a nuestro alcance para que la violencia contra los ciudadanos y ciudadanas llegue a un alto. En Honduras estamos aprendiendo del pasado y transformando el presente para que nuestros hijos, nietos y futuras generaciones jamás vuelvan a vivir la injusticia que hoy impera en nuestra tierra.
Es por esto que como CPPEP queremos manifestar que la mal llamada Amnistía no puede ser “el principio de la reconciliación”, como declaró Porfirio Lobo en su discurso de toma de posesión en el Estadio Nacional, ya que como está planteada solamente sirve para impedir el esclarecimiento, enjuiciamiento y sanción de los responsables por graves violaciones a los derechos humanos, dejando estos hechos en la impunidad con la puerta abierta a los delincuentes y asesinos para nuevos ataques.
En Honduras vivimos amenazados por la violencia, pero aun así nos mantendremos firmes hasta alcanzar justicia para quienes somos las verdaderas victimas del actual régimen ilegal que busca ocultar con mentiras como esta Amnistía su verdadera naturaleza represiva.
Dado en la ciudad de Tegucigalpa a los 25 días del mes de febrero del 2010
COMITÉ DE PRESOS, PERSEGUDOS Y EXILIADOS POLITICOS DEL GOLPE DE ESTADO EN HONDURAS (CPPEPH)