En muchos casos, la falta de información, consejos equivocados de particulares o de forma consiente permite que muchos afectados por el VIH-/SIDA mantengan relaciones sexuales activas, porque creen que de esta manera el virus abandonará su cuerpo definitivamente y se instalará en el de su pareja.
Este punto de vista, por supuesto, no es compartido por el doctor Charles Parchment, infectólogo del Instituto del Seguro Social, IHSS, en San Pedro Sula, quien informó que en esta entidad se atienden activamente a 192 personas con antirretrovirales entregados por el Ministerio de Salud.
Otras 183 personas que viven con el VIH no están en tratamiento continuo debido a que atienden correctamente las recetas médicas, no padecen de enfermedades oportunistas y tienen un nivel de resistencia inmunológica normal. Incluso no les entregan medicamentos pues por el momento no los necesitan. Estos deben de asistir al IHSS cada tres meses para efectos de análisis, movimiento del virus y control. Sin embargo, hay quejas de que los antirretrovirales no se entregan en cantidades suficientes en cada consulta, lo que obliga a los afiliados del IHSS con VIH/SIDA a pedir permisos permanentemente y eso no gusta a los empleadores. Por esta razón, los trabajadores a menudo son despedidos y sustituidos por personas sanas.
Las autoridades del IHSS dijeron estar preocupadas pues pese a su entrega para combatir la enfermedad, en este año 24 nuevos pacientes han llegado para ser atendidos. Las mujeres enfermas son identificadas mediante los diagnósticos de embarazo, de enfermedades de transmisión sexual, hepatitis, tuberculosis y otras pruebas de control prenatal.
La ventaja de los portadores que comienzan temprano el tratamiento y admiten valientemente padecer la enfermedad es que, inclusive, pueden hacer planes a fu turo con sus familias, dijo Parchment. Es cuestión de adaptación psicológica, alimentación balanceada y prevención de otras patologías.
IMPACTO
La primera señal negativa para” los pacientes con VIH se presenta entre su familia, donde se inicia la discriminación, luego sigue en el trabajo y, en el caso de los niños, en los centros educativos. Como tras un padre enfermo hay una esposa contagiada, el problema se agudiza por el impacto psicológico del diagnóstico, la transmisión del virus a la madre de sus hijos, la estigmatización, pérdida del empleo y las remotas posibilidades de conseguir otro trabajo. El infectado, a pesar de la discriminación, debe guardar silencio por su condición seropositiva y la carga emocional que eso supone. El doctor Parchment sugirió además que algo tiene que hacerse con personas VIH positivas que consientes de ser portadoras contagian a personas sanas. Contó que una de sus pacientes, una mujer de Villanueva, Cortés, endosó la enfermedad a varios hombres seronegativos y cuando le preguntó porqué lo hizo, ella ser quedó callada.
En realidad, en esta región noroccidental a nadie se ha acusado? por este delito, contemplado en la Ley.
En el IHSS no atienden a niños? con VIH/SIDA, a menos que hayan nacido allí. Para ello, dentro de poco, abrirán un CAÍ pediátrico que estará a cargo del doctor Héctor Centeno, especialista en VIH pediátrico.