Organizaciones de diferentes partes del mundo, contrapartes de Christian Aid (CA) han adoptado una nueva doctrina como la base para un enfoque integral del VIH que denominan SAVE, que en español significa salvar. VIDA LABORAL destaca algunos plan-teamientos interesantes que en un editorial plantea la Dra. Rachel Baggaley, jefe de la Unidad de VIH de CA, basándose en que este enfoque fue desarrollado originalmente por ANERELA (Red Africana de Dirigentes Religiosos que conviven con VIH/SIDA o están personalmente afectados.
“El VIH es un virus, no una cuestión moral. La respuesta al VIH debe basarse en medidas de salud pública y principios de derechos humanos. Si usted o su pareja han dado positivo en sus exámenes de VIH y sigue teniendo relaciones sexuales sin protección, entonces esto pone a la otra persona en riesgo de infectarse. Aunque la abstinencia puede ser adecuada en algunas etapas de la vida, la fidelidad es, para muchas personas, la elección preferida. Lamentablemente no es una garantía contra la infección”.
Según Baggaley, el uso de un condón pone automáticamente a una persona en la categoría de alguien que no puede ser fiel, o que no quiere practicar la abstinencia. Esto puede acrecentar el estigma, e impide prácticas sexuales más seguras.
“Muchas organizaciones religiosas usan el VIH como una manera de reforzar puntos de vista tradicionales sobre el sexto y el pecado. La mejor forma en que estas organizaciones pueden proteger a la gente del VIH, y ayudar a los que viven con este mal, es extendiendo los valores cristianos de cuidado y apoyo y promoviendo estilos de vida más seguros”.
El modelo SAVE ( explica Baggaley ) combina los compo¬nentes de prevención y cuidado, a la vez que emite mensa jes para contrarrestar el estigma:
S. Se refiere a prácticas más seguras que cubran todos los diferentes modos de transmisión del VIH. Por ejemplo: transfusiones sanguíneas seguras, métodos de barrera para las relaciones sexuales con penetración, y agujas estériles para inyecciones. El método de la abstinencia sigue siendo el más confiable para evitarla exposición a Enfermedades de Transmisión Sexual ETS, pero no debe ser enseñado aisladamente.
A. Se refiere a medicamentos accesibles. La terapia antirretroviral no es de ninguna manera la única intervención médica que necesitan las personas que viven con VIH y SIDA. Mucho antes de sea necesario, o deseable, que una persona comience la terapia ARV, tendrán que tratarse algunas infecciones asociadas al VIH. Estas intervenciones permiten una mejor calidad de vida, mejor salud y supervivencia más prolongada. Toda persona necesita buena nutrición y agua limpia.
V. Se refiere a consejería y exámenes voluntarios. Los individuos que conocen su situación
respecto al VIH están en mejor posición de protegerse de la infección, y —si son seropositivos—de infectar a otros.
E. Se refiere a empoderamiento. No es posible tomar decisio¬nes informadas sobre ningún aspecto del VIH o el comportamiento sexual sin acceso a todos los hechos pertinentes sobre “S”, “A” y “V”. La información inexacta y la ignorancia son dos de los mayores factores que llevan al estigma y la discriminación relacionados con el VIH. La educación también incluye información sobre buena nutrición, manejo del estrés y la neceSIDAd de ejercicio físico.
“No debemos olvidar que el VIH es sólo un virus; el estigma no tiene ningún lugar en un asunto urgente de salud pública”, concluyó.