Nosotros, miembros del pueblo indígena Tolupán asentados en el territorio ancestral de la tribu de San Francisco de Locomapa en las montañas del departamento de Yoro y aglutinados en el Movimiento Amplio por la Dignidad y la Justicia (MADJ), acudimos una vez más ante ustedes para denunciar las reiteradas violaciones a nuestros derechos como pueblo originario y como seres humanos. Esta vez también alertamos a la comunidad nacional e internacional sobre la crítica y peligrosa situación que vivimos en nuestro territorio, por los atropellos que nuestra población y nuestros recursos naturales siguen sufriendo y por el desenlace impredecible que puede tener el conflicto que actualmente vivimos en nuestras comunidades, por todo lo cual responsabilizamos desde ahora al Estado hondureño. En tal virtud les exponemos nuestra situación en los términos siguientes:
1.- Durante mucho tiempo nuestro territorio indígena ha sido objeto de saqueo y destrucción en su riqueza natural por parte de empresarios que cuentan con el aval de funcionarios del Estado hondureño. Estas prácticas no sólo han provocado la destrucción de nuestro medio ambiente y su entorno natural, también han profundizado la miseria en la que el pueblo indígena Tolupán y nuestras familias hemos vivido por siempre. Ante esta situación y tantos abusos nuestro pueblo ha despertado y ahora está determinado a ser protagonista activo en la construcción de una vida mejor, digna y justa en nuestras comunidades.
2.- Nos pronunciamos y exponemos nuestros reclamos amparados en la legitimidad que como pueblo indígena autóctono nos reconoce el derecho internacional a través de instrumentos jurídicos como el Convenio 169 de la OIT y la Carta de las Naciones Unidas sobre Pueblos Indígenas, denunciando ante ustedes que desde el año 2009 hemos rechazado y expulsado de nuestro territorio ancestral a personas y empresas que sin haber consultado a nuestra comunidad han pretendido establecerse en nuestro territorio para acaparar nuestras tierras, bosques y aguas, saquear y destruir nuestra riqueza natural; y todo esto lo han hecho atropellando nuestra dignidad como pueblo indígena Tolupán de la tribu de Locomapa.
3.- Ante tantos abusos y atropellos hemos rechazado la presencia de una empresa que, sin contar con el consentimiento de nuestra comunidad, ha estado explotando y aprovechando el antimonio que se encuentra en el territorio ancestral de nuestra tribu de Locomapa. También rechazamos, expulsamos de nuestro territorio ancestral y le impedimos la entrada a nuestras tierras a la maquinaria de la empresa Velomato, propiedad del maderero Kenton Landa Uclés, quien ha contado para tal acción con el aval del Instituto de Conservación Forestal y el respaldo de policías, fiscales y jueces de la zona, para destruir y ahora para seguir destruyendo nuestros bosques sin ninguna piedad.
4.- Como producto de nuestras legítimas acciones de resistencia contra tales abusos y atropellos, 12 compañeros indígenas han sido capturados, procesados y humillados como ustedes mismos lo pueden constatar en los expedientes 36-2010 y 02-12 del Juzgado de Letras Seccional de Yoro. Otros compañeros indígenas han sido amenazados a muerte por medio de llamadas telefónicas y mensajes de texto a sus teléfonos celulares. Actualmente hay una confrontación directa entre los miembros de nuestra tribu indígena de Locomapa, quienes nos oponemos a la destrucción del bosque y el saqueo de nuestros recursos naturales, y los empleados del maderero Kenton Landa Uclés, quienes insisten en descombrar el bosque y despojarnos impunemente de nuestra riqueza natural. Ahora no sería nada extraño, como ya sucedió en otras ocasiones, que la policía, los militares, los fiscales y los jueces intervengan a favor del maderero Landa Uclés y amparen al más fuerte contra el más débil, a Goliat contra David.
5.- Nos impacienta y estamos ya hartos de la miseria en la que vive nuestro pueblo indígena Tolupán, que sigue sufriendo por la falta de acceso a servicios de salud y educación y a condiciones elementales de vida que nos dignifiquen como seres humanos. Pero nos indigna mucho más seguir viendo que el Estado hondureño sólo se acuerda de nuestro territorio cuando se trata de proteger los intereses de los empresarios de la madera y de los depredadores del bosque, mandando a que la policía y los militares capturen y humillen a nuestros hermanos indígenas; y ordenándole a los fiscales y jueces que los acusen y emitan resoluciones que violan y desconocen nuestros derechos y libertades como ciudadanos y seres humanos.
6.- Hemos denunciado que las acciones de los funcionarios del Estado que entregan nuestra riqueza a los empresarios violan repetidamente el Convenio 169 de la OIT y otros instrumentos jurídicos vigentes en el país, porque nuestra comunidad nunca ha sido consultada y por la misma razón nunca ha autorizado, ni autorizará voluntariamente, la destrucción inmisericorde de nuestra riqueza natural. También hemos denunciado la corrupción de algunos dirigentes indígenas que se han prestado a favorecer intereses ajenos a los de nuestra tribu, pero estas denuncias, en las que se puede constatar la comisión de delitos e identificar claramente a los responsables, siguen en un olvido cómplice por parte de las autoridades y funcionarios del Estado hondureño.
7.- Reafirmamos nuestra voluntad, amparados en nuestros derechos legítimos establecidos en las leyes nacionales e internacionales, que no permitiremos, a cualquier costo, que se sigan destruyendo nuestros recursos naturales y se siga violando nuestro territorio, nuestra soberanía indígena y nuestra dignidad humana. Por eso también reafirmamos nuestra voluntad de expulsar a los extraños y a su maquinaria, si pretenden volver a ingresar a nuestro territorio y seguir alterando nuestra pacífica convivencia con la naturaleza.
8.- Responsabilizamos al Estado hondureño y a sus funcionarios, así como a los empresarios que siguen empecinados en destruir nuestros bienes naturales, por toda confrontación o desenlace no deseado de este conflicto, que se produzcan como consecuencia de los atropellos a los que somos sometidos y que nos obligan a ejercer una legítima resistencia ante todo acto de invasión y despojo de nuestros bienes.
9.- Llamamos a los funcionarios competentes del Estado hondureño a asumir la responsabilidad que les corresponde en esta materia, a asumir su deber de respetar y garantizar nuestros derechos como pueblo indígena autóctono, como ciudadanos y seres humanos. Llamamos también a los movimientos sociales, nacionales e internacionales, y a la comunidad nacional e internacional a que nos acompañen en esta lucha, que es la lucha de todos y todas contra la opresión, la explotación y el despojo de los pueblos originarios del continente americano.
¡Por la Dignidad de los pueblos indígenas y contra la Impunidad del saqueo y despojo de sus fuentes de vida!
Pueblo Tolupán de Locomapa, Yoro, integrado en el
Movimiento Amplio por la Dignidad y la Justicia (MADJ)