El juez Alberto Canales titular del Juzgado Unificado de Letras de lo Penal determinó dictar auto de prisión en contra del policía Hortensio Lindolfo López Silva, tras ser identificado como uno de los integrantes del contingente policial que atacó a golpes al camarógrafo, mientras cubría las protestas que se realizaban en contra del evento “Honduras Abierta a los Negocios”, el seis de mayo de 2011.
Según el vocero de la Fiscalía, Elvis Enrique Guzmán el auto de prisión obliga al policía a no comunicarse con la víctima, ni emigrar del país. Asimismo deberá acudir en forma programada al juzgado en mención para firmar el libro de control en tanto sigue el proceso judicial.
Al momento de la audiencia inicial el comunicador se hizo acompañar de la fiscal especial de Derechos Humanos, Carlota Lagos y la periodista Tomy Morales, esta última en calidad de testigo, en vista que el día de la golpiza también se encontraba en las afueras de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras – Valle de Sula, donde alumnos de este centro educativo mantenían una toma pacífica en protesta del encuentro empresarial.
Al dialogar con C-Libre el camarógrafo dijo que lo único que espera es que se haga justicia en contra de sus agresores, “es lo menos que espero”, dijo con tono de esperanza, sin dejar de pensar en aquel fatídico día, en que fue rescatado por varias personas del poder de sus captores mientras lo garroteaban.
Al preguntarle si teme por las represalias que puedan urdirse en su contra por llevar adelante esta demanda, Uriel respondió que no, y enfatizó que desde ya responsabiliza a los aparatos de seguridad del Estado de cualquier atentado en su contra.
Uriel expresó que aun siente los efectos de la golpiza propinada por los policías, “me duele la cabeza” y eso es una situación por la que el Estado de Honduras deberá responder, afirmó.
Por su lado la periodista Tomy Morales, dijo que ella al entrevistarse con las autoridades del juzgado y del Ministerio Público, se limitó a señalar en detalle cómo se dieron los hechos en el que su compañero resultó con lesiones de consideración en el momento en que daba cobertura periodística.
Morales hizo memoria de como se desarrollaron los hechos. Vimos a Gudiel filmar en la entrada de la UNAH-VS, luego ser cercado por unos quince policías quienes lo despojaron de su cámara y el chaleco que lo identificaba como camarógrafo, hasta dejarlo herido de gravedad en medio de una nube de gas lacrimógeno.
En aquella fecha el diagnóstico médico determinó que el camarógrafo presentaba dos heridas en el cráneo y golpes en el tórax, como consecuencia de la violenta agresión.
Alertas C-Libre
19-06-12