La exigencia del no reconocimiento recibe el apoyo de varios partidos opositores en el país germano.
“Las elecciones a finales de noviembre tuvieron lugar bajo condiciones no democráticas, violentas e intransparentes”, dijo Martin Wolpold-Bosien, el portavoz de la Coordinación Honduras, que reúne a una docena de organizaciones humanitarios y políticos.
Wolpold-Bosien agregó que el mismo Tribunal Supremo Electoral de Honduras tenía que reconocer irregularidades en los comicios internacionalmente no reconocidos.
El martes, varios docenas de activistas se manifestaron en frente del ministerio alemán del Exterior.
Los manifestantes llevaban pancartas con los imágenes de miembros de la resistencia asesinados después del golpe de estado contra el gobierno del presidente Manuela Zelaya, el último electo democráticamente.
Diputados de varios partidos opositores aprovecharon la posibilidad para criticar la postura indecisa del gobierno de la canciller alemana Angela Merkel.
“Ni el gobierno alemán, ni la Unión Europea deben reconocer el nuevo gobierno y sus elecciones illegales”, dijo la diputada socialista Heike Hänsel, que exigió mantener las sanciones contra el régimen golpista.
Los diputados Hans-Christian Ströbele y Thilo Hoppe, del partido de Los Verdes, exigieron de Berlín vigilar la situación de los Derechos Humanos en el país centroamericano.