La dirigencia del SITRAINA rechazó hoy los señalamientos expresados en su contra a través de campos pagados en medios de prensa y que son propiciados por la Confederación Hondureña de Mujeres Campesinas (CHMC), La Confederación Nacional Campesina (CNC) y el Consejo Coordinador de Organizaciones Campesinas de Honduras (COCOCH).
COMUN tuvo acceso a un comunicado que será publicado el jueves 5 de octubre en los medios impresos del país, en el que señala que las confederaciones arriba descritas no pueden expresarse a “nombre del movimiento campesino, porque sus dirigentes están desvinculados de la aguda problemática agraria que enfrenta la base campesina.
Añade el comunicado que el SITRAINA es una organización que ha venido exigiendo una Reforma Agraria Integral, cuyo proceso se ha visto obstaculizado por la corrupción y la compra- venta indiscriminada de tierras para favorecer a terratenientes y políticos.
El SITRAINA ha señalado la corrupción al interior de la institución, en donde también “están involucrados supuestos dirigentes campesinos, de ahí que el calificativo de deshonrosas acciones atribuidas a este sindicato, es aplicable para otros y no para el sindicato.
El documento aclara que las consideraciones contenidas en el comunicado público hecho circular mediante campo pagado, del día jueves 28 de septiembre de 2006, reflejan la intromisión y el deseo del poder ciudadano del presidente Manuel Zelaya Rosales, del director ejecutivo del INA, José Francisco Funez Rodríguez y al subdirector ejecutivo Marco Tulio Cartagena de generar anarquía y pretender destruir al Instituto Nacional Agrario (INA).
El SITRAINA aclara en el comunicado que “no es enemigo del movimiento campesino, al contrario es su aliado natural, lo que parece que no es comprendido por los directivos de las Confederaciones Campesinas (CNC, COCOCH y CHMC) al hacer causa común con las políticas neoliberales del gobierno.
El manifiesto es apoyado por el movimiento Campesino del Aguan, la Central Nacional de Trabajadores del Campo (CNTC), el SITRAINA y sus regionales de Yoro, Cortés, Santa Bárbara, el Movimiento Campesino de Occidente, el Bloque Popular y la Federación de Trabajadores de Honduras (FUTH).
Al respecto, el Secretario General del Sindicato de Trabajadores del Instituto Nacional Agrario, Manuel de Jesús Sosa, dijo que “los ataques vienen porque nosotros hemos estado exigiendo el cumplimiento de un verdadero proceso de reforma agraria y nos sorprende cuando las confederaciones hacen declaraciones o comunicados señalando que el SITRAINA no tiene derecho a ese tipo de exigencias”.
La reforma Agraria no es una conquista de un sector en particular, sino de todo el pueblo hondureño, explicó Sosa. Sin embargo, “los planteamientos que hacen esas confederaciones (CNC, COCOCH, y CHMC), obedecen a compromisos que tienen esas organizaciones cuando firman convenios con el Instituto Nacional de la Reforma Agraria y otras instituciones del Estado”.
El dirigente explicó que hace poco, las confederaciones citadas firmaron un convenio “en el que entierran el proceso de reforma agraria, porque no exigen la dotación de tierras, asistencia técnica y crediticia para sus bases campesinas”.
Sosa agregó que el SITRAINA ha estado condenando la Ley de Modernización del Sector Agrícola por ser inconstitucional, pero que “fue firmada por las mismas confederaciones campesinas que en este momento se auto atribuyen como abanderadas de la lucha del movimiento campesino”.
Añadió que nuestro lema es la “muerte a la compra de tierras, porque esto desfigura la reforma agraria y ha sido un asidero de corrupción en el INA, tanto de funcionarios, como de algunos dirigentes campesinos”, expresó Sosa.
Para citar un ejemplo, el dirigente explicó que la empresa ganadera Las Hormigas en Choluteca fue una compra que hizo el INA al ex presidente de Costa Rica Miguel Angel Rodríguez y que fue vendida a poderosos ganaderos y comerciantes de la zona.
“Los dirigentes de las confederaciones nunca han dicho nada de la corrupción del INA, y nosotros hemos estado permanentemente denunciando las compras irregulares dentro de la institución y se han comprado tierras a precios escalofriantes de sobre valoración favoreciendo a terratenientes y políticos”, denunció el sindicalista.
Añadió que una tierra que se compró en Danlí, El Paraíso y que se ofertó en 8 millones de lempiras, el INA la compró en más de 22 millones de lempiras para favorecer al político Carlos Orbin Montoya.
El gobierno de la república anunció recientemente que varias organizaciones campesinas entre ellas la CNC, CHMC y el COCOCH, serán beneficiadas con unos 300 millones de lempiras en asistencia técnica y crediticia, además de apoyo institucional.
Se calcula que unas 350 mil familias campesinas viven en extrema pobreza, sin acceso a tierras, asistencia técnica y créditos para la producción. Esta cifra se queda corta, considerando que a juicio del SITRAINA, la cifra alcanza el millón de familias del campo sin acceso a un título de propiedad.