En nombre del padrinazgo yanqui, la fascista oligarquía de Honduras libera su perversidad y canaliza sus planes en extrañas explosiones de artefactos, que sucumben la paz que tanto dicen “defender” o “defendieron” en sus marchas vestidos de blanco.
Siempre, bajo la falsedad que transmiten los medios de comunicación masiva al servicio de la criminalidad ilimitada, se legalizan las acciones de terror dirigidas hacia un pueblo que repudia las irracionalidades del régimen dictatorial representado en los rostros de Roberto Micheletti y Romeo Vásquez Velásquez.
Pero las caras invisibles que promueven la apología del odio y fortalecen el actual régimen, ya son observados ante el mundo y Honduras. Manuel Villeda Toledo, es decir, el esposo de Marcia Facusse y sobrino de Rafael Ferrari, es un principal socio de la compañía televisiva; Televicentro, cuyo eco visual fortalece el terrorismo que se impone en la nación.
Pese a que Villeda Toledo es un artífice mercenario de la información mediática su astucia para mantenerse al margen de las atrocidades que el produce en sus canales televisivos, es notable, puesto que sus esbirros “periodistas” se encargan de cuidar la imagen de su amo.
Villeda, es consciente que el permitir que se expanda la libre expresión y la fuerza popular del pueblo, como lo hace el Frente Nacional de Resistencia en contra del golpe de Estado, dañaría su emporio que ha logrado construir en la plutocracia que el mismo ha formado y fortalecido.
Las fuentes de riqueza que ha logrado obtener en medio de privilegios, concesiones y otras influencias que ha mantenido dentro del Congreso Nacional, la Corte Suprema de Justicia y gobiernos anteriores, han sido su brazo derecho que le facilita obtener ganancias millonarias.
Su adicción a los estimulantes es otro factor que se refleja en la campaña editorialista que coordina en su televisora y la emisora HRN, en donde se difunde que el sueño de obtener una nueva patria en igualdad de condiciones humanas, es un pensamiento que daña la preservación del actual sistema capitalista, que golpea a millones de hondureños que se les priva de obtener su derecho universal de vivir dignamente.
Bajo los efectos nocivos que producen los estimulantes, Villeda Toledo redobla su odio de clase hacia el pueblo laborioso de Honduras que se opone al régimen surgido después del golpe de Estado, y los señala como seres criminales que hay que atacar, a través del dispositivo militar y policial que reprime al pueblo.
Los sicólogos advierten que el perfil de este empresario y su influencia en la televisión ocasionan daños severos a los receptores que la observan, puesto que la crisis mental que atraviesa Villeda Toledo se ha incrementado.
Esta crisis se debe a la resurgida población hondureña, que demuestra que las fuerzas unificadoras han debilitado los pensamientos de la derecha recalcitrante y que la lucha pacífica, que desarrolla la Resistencia para rechazar los dominios de la burguesía son características que producen el nerviosismo de Villeda Toledo.
El pueblo ya decidió cerrar la puerta a esta televisora que por años ha enajenado la conciencia de un pueblo que ahora condena las calumnias que se trasmiten en la televisora de Villeda, quien esta afanado en diseñar la propaganda de las espurias elecciones generales que legitiman el odio, la represión y la muerte, sin embargo el soberano ya concluyó que desconoce estos procesos.
La fuerza popular del Frente de Resistencia, persevera pacíficamente en medio de las represiones que ha sido objeto, confirmando que este proceso de cambio social es indetenible y que el fracaso de las próximas elecciones generales será el siguiente zarpazo que reciban los mercenarios de la información, como lo es Villeda Toledo.
La embestida de Estado Unidos mediante sus fieles sirvientes como lo es la corporación Televicentro, es una afrenta para la tierra Latinoamericana, quien resiste el plan “diplomático” del imperio, al que llaman; “smart power” (poder inteligente).