¿ELECCIONES? ¡JAJAJÁ!

En efecto, ciertos ciudadanos que en los meses pasados se jugaron la vida como patriotas en las marchas de protesta contra el golpe de Estado, súbitamente y de poco acá abrieron los ojos, encendieron la calculadora y descubrieron que se habían equivocado de patriotismo. ¿Qué avispa les habrá picado? De pronto se han reencontrado con su instinto de conservación y han decidido aceptar el empleo de corifeos en el circo oficial. Andan, pues, en campaña electorera, dizque para evitar que su instituto político pierda su personalidad jurídica.

No vamos a echarles chinches, no vamos a llamarles apátridas, no vamos a tacharlos de oportunistas, sólo vamos a apelar a su inteligencia, a su sentido común, para ayudarles a ver la realidad desde este lado. Lo primero que deberían ellos preguntarse es: ¿Puede un régimen surgido de la injusticia organizar elecciones honestas?; y otra pregunta: ¿tiene un ejército golpista moral suficiente para evitar el fraude electoral? En ambos casos la respuesta es NO. Como he dicho, no estamos condenándolos (pues cada quien hace, si lo desea, de su trasero un candelero), pero sí les estamos exigiendo que apaguen su calculadora y enciendan el respecto y la honra que les deben a nuestros muertos, a nuestros heridos, a nuestros apaleados y encarcelados por defender la decencia nacional.

Entonces, que no nos vengan con el cuento de que “hay que estar adentro del monstruo para cambiarle las entrañas”, pues todos sabemos que al sistema sólo puede derrotarlo un gigantesco movimiento de masas, no dos o tres golondrinas. Tampoco vengan a decirnos que no les queda otra salida que hipotecar sus principios revolucionarios en aras de salvaguardar el Partido, pues ya se sabe que la aplanadora del Congreso Nacional igualmente puede acabar en cualquier tiempo y de un solo plumazo con la personalidad jurídica de cualquier partidito cuando así se lo ordene Doña Oligarquía.

¿Elecciones?, ¡jajajá! Entiéndase que no hay razones ni pretextos válidos para volverse parte de esa grotesca mascarada que los ricos han dado en llamar elecciones. No hay nada que elegir pues los millonarios son los dueños del juego y de los que montan el juego y de los hacen las reglas del juego y de los que vigilan que se cumplan esas reglas. Por lo tanto, a los dirigentes de la UD que hasta hace unos días nos acompañaron en las marchas de protesta, les pedimos que imiten la actitud del compañero Carlos Reyes y renuncien a participar en ese bochornoso acto bufo que los golpistas van a perpetrar a fines de este mes. No echen al tacho de la basura el sacrificio heroico de todo un pueblo que durante más de cuatro meses ha defendido con su vida el derecho a la esperanza.

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