Foro Social del Valle de Sula decide apoyar la Cuarta Urna

En marzo pasado el Presidente de la República, en Consejo de Ministros aprobó el Decreto Ejecutivo PCM 05-2009 que establece que el último domingo de junio el Instituto Nacional de Estadística realizará una consulta que contenga la siguiente pregunta: ¿está usted de acuerdo que en las elecciones generales de noviembre de 2009 se instale una cuarta urna para decidir sobre la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente que apruebe una nueva Constitución Política?

El Foro Social del Valle de Sula, espacio regional que aglutina a 400 organizaciones de veinte municipios de la zona norte del país, considera oportuna la participación del pueblo en una consulta para transformar a Honduras, “nosotros estamos de acuerdo en apoyar la cuarta urna, pero bajo propuestas de participación en la redacción de la Constitución de la República para defender el estado de derecho a favor del pueblo”, expresó Margarita Murillo, Secretaria General de la organización.

Murillo dijo que es necesario un cambio total de la Carta Magna, sobre todo porque la actual Constitución de la República ha sido violentada y reformada cuantas veces les ha convenido a los políticos de turno. Afirmó que es necesario ampliar los beneficios de la población, sobre todo lo relacionado al medioambiente, derecho a la tierra y una verdadera reforma agraria integral.

Honestidad

La secretaria General del Foro Social del Valle de Sula, dijo que harán un planteamiento de establecer como principal requisito para ser diputado a la Asamblea Nacional Constituyente y posterior Congreso Nacional, la reconocida solvencia moral y estimó que “No se puede permitir que la Asamblea Nacional Constituyente sea integrada por los mismos diputados que se han mantenido, porque de esa manera no se registrarían cambios, nosotros estamos de acuerdo romper completamente con éste Congreso”.

La dirigenta popular es del criterio que éste momento es crucial para que el pueblo pueda manifestarse y reclamarle a los políticos por todos los daños que le han ocasionado, pues actualmente muchos alcaldes y diputados señalados en actos de corrupción realizan enormes campañas en busca de la reelección.

Existen dos momentos importantes en torno a la instalación de la cuarta urna. Uno que se dará el 28 de junio cuando se realice la consulta para verificar si el pueblo está o no de acuerdo, y, el segundo, el día de las elecciones generales, cuando los electores manifestarán su apoyo o no para la instalación de una Asamblea Nacional Constituyente, que reforme la actual o redacte una nueva Constitución Política.

Aunque las organizaciones están claras sobre la necesidad de cambios en el país, existen temores por la conducta de la clase política que nos gobierna, pues en muchas oportunidades las cúpulas de los partidos tradicionales se han puesto de acuerdo para establecer políticas que afectan a la población. Y es aquí donde surgen preguntas como estas: ¿Qué tan serio es el gobierno para echar a andar el proyecto?, ¿una vez instalada la urna tendrá participación el pueblo en la redacción de la nueva Constitución?, ¿en algún momento los políticos se podrán de acurdo para tirar a la basura todo el esfuerzo de la población?, o, ¿en realidad el pueblo tendrá participación en la redacción de la nueva Carta Magna?

Aunque las dudas existen, “no podemos perder la oportunidad, porque si eso pasa ahí están las calles, los puentes y carreteras para reclamar el derecho que tenemos”, sentenció Margarita Murillo.

Asimismo dijo que la selección de los candidatos a diputados para la Asamblea Nacional Constituyente debe hacerse a través de amplias asambleas populares, para garantizar que quienes la integren sean personas honestas y verdaderos representantes del pueblo.

Aunque el abstencionismo registrado en la elección de autoridades registra índices alarmantes, la dirigenta del Foro Social del Valle de Sula, asegura que existe mucho optimismo en la población para participar en la consulta popular. “Nosotros estamos haciendo un plan para socializar el proyecto en los centros educativos y en las comunidades a fin de concienciar a la población de que las reformas son necesarias en el país” enfatizó.

Continuismo
Los grandes medios de comunicación social, las cúpulas empresariales y de los partidos políticos tradicionales incluidos el Partido Liberal al que pertenece el presidente Manuel Zelaya, despliegan sendas campañas para quitarle meritos a la consulta popular, pues ellos argumentan que el mandatario busca reformar la Constitución para mantenerse en el poder.

Desde que Honduras retornó a un supuesto sistema democrático han transcurrido veintinueve años, hasta hoy la democracia sólo le ha servido al pueblo para que liberales y nacionalistas se turnen en el poder.

Aunque se han tomado decisiones importantes, éstas fueron fraguadas por los grupos de poder sin tomar en cuenta la opinión de la gente.
Los grupos que hoy hablan de continuismo y se oponen a que el pueblo opine sobre las decisiones a tomar, son los mismos que han saqueado las instituciones del Estado y los que violentan el derecho de los trabajadores.

Son los mismos que hicieron 27 reformas, interpretaron artículos pétreos y violentado la Carta Magna para favorecer intereses personales. También en la década de los ochenta asesinaron, torturaron y encarcelaron a compatriotas que no comulgaron con su pensamiento y que además entregaron el territorio nacional a tropas extranjeras al servicio de los Estados Unidos.

Continuismo es la prolongación indefinida de una situación sin indicios de cambio o renovación. Actualmente se habla que el Presidente Zelaya busca el continuismo, pero ¿acaso no es continuismo lo que hemos tenido en 29 años de “democracia”?, ¿no será continuismo que los gobiernos nacionalistas y liberales mantienen las mismas políticas para favorecer a los empresarios a costillas de la clase trabajadora?

Estamos a las puertas de una campaña política donde los candidatos con mayores posibilidades son el nacionalista Porfirio Lobo y el liberal Elvin Santos, los dos son capitalistas y van a defender sus intereses y los de las empresas transnacionales, entonces ¿de qué continuismo nos hablan?

German H. Reyes R

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