La Comisión de Verificación estará conformada por el ex presidente chileno, Ricardo Lagos, la Ministra del Trabajo de Estados Unidos, Hilda Solís y los representantes de las dos partes hondureñas, Jorge Arturo Reyna, actual embajador del gobierno Zelaya ante la ONU, y Arturo Corrales Álvarez, miembro de la comisión negociadora de Micheletti.
Sin lugar a dudas, el punto más complicado del Acuerdo Tegucigalpa-San José sigue siendo la restitución del presidente Zelaya por parte de los diputados que, hasta el momento, no se han reunido y parecen decididos a esperar el resultado de la consulta que plantearon a los magistrados de la Corte Suprema de Justicia (CSJ).
Esta actitud, sumada a las declaraciones de miembros de la Junta Directiva del Congreso según las cuales la mayoría de los diputados estaría muy ocupada desempeñando su campaña electoral en búsqueda de una reelección, deja la impresión de que se podría tratar de otra maniobra dilatoria para acercarse lo más posible a la fecha electoral.
De esa manera evitarían que, una vez restituido, el presidente Zelaya pueda desarrollar campañas proselitistas a favor de una candidatura que no sea las de los dos partidos tradicionales, el Partido Nacional y el Partido Liberal.
Para la comisión negociadora del presidente Zelaya, que ayer, 2 de noviembre, brindó una conferencia de prensa junto con miembros del gabinete de gobierno, “no hay elementos todavía para decir que se le está dando dilatoria al proceso de restitución del presidente Zelaya –dijo el abogado Rodil Rivera, miembro de la comisión negociadora–.
El viernes pasado entregamos formalmente el acuerdo firmado a la secretaría del Congreso y esperamos que el día de mañana, 3 de noviembre, la junta directiva convoque a los diputados y el jueves, 5 de noviembre, se restituya al Presidente, dando de esta manera cumplimiento al punto 5 del acuerdo y a la conformación del Gobierno de Unidad y Reconciliación Nacional que necesariamente tiene que ser encabezado por el Presidente constitucional de Honduras.
Nosotros –continuó Rivera contestando a una pregunta de Sirel– sabemos que este acuerdo es conocido mundialmente y es celebrado entre las partes de buena fe. Esto quiere decir que nosotros, como una de las partes firmantes, y la misma comunidad internacional esperamos que se cumpla a cabalidad”, concluyó.
Restitución y elecciones
Las fuertes expectativas desencadenadas por el inicio de este proceso entre la población que por casi 130 días ha luchado en la calle contra el golpe de Estado, están directamente relacionadas con el proceso electoral en marcha y la participación o no de la Candidatura Independiente Popular.
Según el miembro de la conducción colegiada del Frente Nacional Contra el Golpe de Estado, Juan Barahona, “La restitución del Presidente Zelaya vendría a solventar un poco la crisis y permitiría a la Candidatura Independiente participar en el proceso electoral.
La no restitución agudizaría la crisis y nos llevaría hacia un rumbo desconocido y muy peligroso. Nuestra percepción es que en el Congreso hay una actitud de querer dilatar el proceso y querer restituir al Presidente legítimo pocos días antes o después de las elecciones.
Esas trampas no se las perdonaríamos.
De todos modos –explicó Barahona– la Resistencia continúa con su agenda. La restitución del presidente Zelaya se ha vuelto algo simbólico para sentar un precedente para toda América Latina, sin embargo nosotros vamos más allá. Después de la restitución y de las elecciones vamos para una Asamblea Constituyente, para que este pueblo se convierta en poder”, concluyó.
En este contexto tan complicado y en transformación continua, resulta evidente que uno de los puntos más trascendentales será la capacidad del pueblo que se ha organizado a raíz del golpe de Estado, de traducir esta experiencia enriquecedora en un proceso de conformación de un nuevo sujeto político, capaz de arrinconar en el futuro a los partidos tradicionales, expresión de los poderes fácticos que dominan económica y políticamente el país.
En este sentido, la Candidatura Independiente Popular ha aclarado que la Resistencia debe necesariamente mantenerse como tal, sin tratar de transformarse en partido político, vanguardia de este esfuerzo de participación electoral para romper el esquema político tradicional.
Es por eso que hasta el momento la Candidatura Independiente Popular mantiene abierta la posibilidad de su participación en el proceso electoral, siempre y cuando se restituya al presidente Zelaya y se restaure el orden institucional en el país.
La consulta permanente con sus bases será también decisiva para determinar la participación o no en las elecciones.
Solidaridad internacional ha sido fundamental
En más de cuatro meses de lucha para revertir el golpe de Estado la solidaridad internacional ha jugado un papel muy importante.
“La resistencia del pueblo hondureño ha recibido un gran aporte de la solidaridad internacional y esto ha contribuido a fortalecernos y a mantener nuestra moral en alto. Ningún pueblo es una isla y alrededor de todos nosotros y nosotras hemos sentido este apoyo incondicional.
En este sentido, la UITA desde un inicio ha tenido una posición solidaria y fraterna con el pueblo hondureño que lucha contra el golpe de Estado y esto se lo reconocemos y se lo vamos a agradecer para siempre, como una internacional sindical que lucha para la libertad de nuestro pueblo y de todos los pueblos a nivel mundial”, concluyó Barahona.