La empresa se encontraba instalada en el parque industrial Galaxi y a partir del 18 de mayo inició operaciones en su nuevo local. Los obreros se quejan porque el aire acondicionado solo lo ponen a funcionar cuando ven que los trabajadores se encuentran empapados de sudor.
Cuando se va la energía eléctrica en horario laboral los trabajadores son obligados a reponer el tiempo perdido. En tres ocasiones los ejecutivos de la fábrica han cerrado la puerta con llave, informaron los obreros. A los trabajadores de las líneas de producción los obligan a quedarse hasta las seis y veinte de la tarde y esa hora extra no se las pagan.
La empresa ha establecido horarios de 7.20 de la mañana a 5.20 de la tarde de lunes a viernes. Los sábados son obligados a trabajar y no les pagan las horas extras, nada más que un bono de producción valorado en 200 lempiras.
Los trabajadores argumentan dificultades por el mal estado de las maquinas y por la elevada meta de producción que son de 109 docenas cuando trabajan en sudaderas y de 200 docenas de camisas por línea.
Dijeron que los trabajadores que se niegan a ir los sábados son sancionados con la suspensión de tres días sin derecho a salario, si el obrero reincide el castigo se extiende por ocho días y le siguen el proceso hasta ser despedido sin el pago de prestaciones.
También informaron que si un trabajador falta un día, le deducen el pago de esa jornada y el salario correspondiente al séptimo que sumados llegan a 300 lempiras. Cuando el obrero va a consulta médica y lleva constancia tiene que decir que estuvo todo el día en la clínica porque de lo contrario no se lo valen.
Dijeron que de 36 obreros (as) que había en el área de empaque únicamente han quedado 15 porque fueron presionados para que renunciaran. Muchos empleados hasta con ocho años de antigüedad que negocian las prestaciones solo les dan de 7 mil lempiras, les ofrecen pagarles en tres liquidaciones, pero solamente les dan el primer desembolso porque después no los dejan entrar. A un trabajador que se enojo por qué no lo dejaron entrar le echaron la policía.
As mismo expresaron que a una trabajadora de nombre Daysi que se había enfermado de tuberculosis la obligaron a renunciar bajo el argumento de que así no podía seguir trabajando y por 5 años que laboró en la empresa solo le dieron 4,500 lempiras equivalentes a 225 dólares.
Expresaron que actualmente hay trabajadora padeciendo de ulcera a quien le exigen que trabaje rápido, la tratan con insultos y le dicen “movete como te moviste anoche”. Le están ofreciendo 6 mil lempiras de prestaciones incluyendo el derecho a maternidad.
Es obligación de los patronos entregar el bono educativo a los trabajadores que tienen hijos en edad escolar. No obstante en JB este derecho no se hace efectivo, pues todavía no les han pedido los documentos “con eso ni sueñen, solo vos es que andas con esa bulla, estás loca”, son respuestas que según una operaria reciben de parte de sus jefes cuando reclaman ese beneficio.
El año pasado los trabajadores recibieron el bono escolar el 29 de noviembre, les entregaron cheques por 1090 lempiras y cuando fueron a cobrarlo aproximadamente el 50% de los cheques rebotaron por falta de fondos.
Denunciaron que los supervisores: Sonia Laínez, Gladys Chávez, Ritza Bonilla, Yessnia Varela, Yessenia Lagos, Gladys Serrano, Glenda y Jeremías, tratan mal a los obreros, les gritan, los insultan y los castigan. “Ni el salario se ganan solo se la viene a pelar solo saben meter la mano el viernes”, dicen los trabajadores que son las expresiones de los jefes inmediatos.
Los trabajadores aseguran que Geovany Flores, jefe de personal les dice a los supervisores que los hostiguen. JB trabaja para las marcas Jerzees, Disney, Hannah y Montana, Target suspendió los contratos supuestamente por mala calidad, informaron los obreros.