Wendy Cruz del departamento de asistencia técnica de Vía Campesina dijo a COMUN que el propósito de éste encuentro es concienciar a toda la sociedad sobre la urgencia de una reforma agraria integral, en la que los campesinos tengan acceso a la tierra, a crédito, a mercados justos y a sistemas de riego, que permita la producción en el campo, para garantizar la sostenibilidad del país.
En marzo de este año la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y Alimentación (FAO) realizó en Brasil la Conferencia Internacional sobre Reforma Agraria y el Desarrollo Rural, donde se instó a los gobiernos a crear las condiciones para que se desarrolle una reforma agraria integral.
El artículo 7 de la declaración de la conferencia, establece que: “Reconocemos que las leyes deberían ser revisadas para garantizar que a las mujeres rurales se les otorgue derechos iguales y completos sobre la tierra y otros recursos, incluso a través de la herencia”.
Añade que “deben desarrollarse reformas administrativas así como otras medidas necesarias para dar a las mujeres los mismos derechos que a los hombres en relación a créditos, capital, derecho laboral, documentos de identificación legal, tecnologías apropiadas e igual acceso a los mercados y a la información”.
La conferencia motivó al campesinado hondureño a desarrollar el Foro Nacional de Reforma Agraria, donde participarán todos los campesinos y organizaciones gubernamentales y no gubernamentales, para el análisis y elaboración de un plan de seguimiento que procure la equidad en el campo.
Wendy Cruz, señaló que el evento será trascendental porque representa la soberanía nacional y alimentaria de las y los campesinos, porque “tenemos derecho a tener un pedazo de tierra y vivienda dignas.
Expresó, que los gobiernos anteriores y el actual, no tienen un plan de seguimiento al proceso de reforma agraria, incluso ni siquiera quieren hablar del tema. “Es tiempo que nuestras compañeras y compañeros le exijan al gobierno, ya que es un derecho que se han ganado”.
Las organizaciones campesinas sostienen que desde que se aprobó la Ley de Modernización Agrícola la reforma agraria se ha estancado.
El 56,7 por ciento de la población económicamente activa (PEA) es rural y el 35,4por ciento se dedica a actividades agrícolas.
En 1992 el Congreso Nacional aprobó la Ley de Modernización Agrícola para el Desarrollo Rural, conforme a las tendencias de la economía y la política internacional, es decir, mayor integración en los mercados mundiales y privatización. Como resultado, se desalentó el cultivo de granos básicos comprometiendo la producción de subsistencia de los pequeños agricultores (hombres y mujeres) y la seguridad alimentaria familiar.