Muertos y heridos en represión a manifestaciones contra golpe de Estado

Una parte de una multitudinaria marcha de podría pasar de 200 mil personas se apostó en el extremo sur del aeropuerto Toncontín de la capital Tegucigalpa, esperando ver desde ahí la llegada de Zelaya que fue anunciada para el mediodía de este dia.

Desde las tres de la tarde un contingente de unos 300 militares tomaron posiciones a lo largo del cerco perimetral del aeropuerto. Al final de la pista se colocaron varios grupos armados de fusiles y una buena parte con escudos antimotines. Tal parece que su temor era que la multitud ingresara a la pista aérea.

Algunos manifestantes abrieron boquetes en la maya de alambre pero no ingresaron al predio. Repentinamente se oyeron disparos acompañados de lanzamiento de bombas lacrimógenas. Luego se escucharon varias ráfagas y disparos desde distintos rumbos durante unos 20 minutos.

Al principio los manifestantes creyeron que se trataba de balas de salva, pero se comprobó que eran de verdad al ver los primeros heridos y un muchacho que murió al instante cuando una bala le atravezó desde la parte atrás de la cabeza y le salio por enfrente.

Los militares que estaban a unos cincuenta metros del cerco se acercaron al mismo y en la base del mismo se parapetaron para continuar disparando. Ahí quedaron numerosos casquillos.

Ante los disparos los manifestantes contestaron con una lluvia de piedras que luego les fueron devueltas por los militares. Resultaron varios heridos de bala y otros por pedradas.

Una moto recibió por lo menos 10 impactos de bala y se incendió, en el muro de una plaza en construcción frente al aeropuerto se notan los agujeros de los balazos y los vidrios de un negocio de comidas rápidas quedaron perforados por los disparos.

Durante toda la marcha los coordinadores insistieron en no provocar a los policías y militares y desde el inicio decomisaron los garrotes que portaban algunos. Se decía que no debía dárse ningún pretexto para ser reprimidos y mantener una manifestación totalmente pacífica.

Incluso en los intentos de ser detenida la marcha se esperó hasta una hora para negociar y lograr que la policía se retirara por su cuenta, mientras una valla humana evitaba que la manifestación chocara directamente con la barrera policial.

La violencia se controló de parte de los manifestantes a pesar de la enorme presión de la multitud, pero tal parece que las ordenes de reprimir no requieren de pretextos.

Las víctimas
Personal del Hospital Escuela confirmó en la noche el ingreso de Isis Abel Murillo Mencia de 17 años, muerto de un balazo en el cráneo. El otro muerto según versiones de los manifestantes se trata de un niño menor de 10 años, incluso uno de ellos asegura haberlo recogido, pero no aparece en los registros de las instituciones de asitencia.

En el Hospital Escuela se atendió a los heridos Deymi Díaz Sosa, habitante de la colonia Monseñor Fiallos de la capital, con un balazo en la pierna, y Ramiro Amaya con una herida superficial de bala en la cabeza.

Del Hospital Escuela fue enviado al Instituto Hondureño de Seguridad Social, con fractura de tibia y peroné, el abogado Guillermo López Lone, presidente de la Asociación de Jueces por la Justicia.

La Cruz Roja informó del traslado de los heridos Saturnino Gonzáles (44), Sagrario Chávez (40), Florida Alfaro (46), José Arce Rivera (44), Olga Alvarado (48), Adriana Izaguirre (53) y Yolanda Baca (20) intoxicada por los gases.

Los manifestantes mencionaron entre los heridos a José Alexis Hernández de Choloma, en el Departamento de Cortés, y Darwin Antonio Lagos Rosales (13) del Departamento de Olancho.

Comun-Noticias
05 de julio; 10 pm

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