Responsabilizamos por este crimen cobarde a la burguesía hondureña, que a través de los cuerpos de seguridad del Estado y escuadrones de la muerte, desarrolla una campaña de terror en contra de dirigentes sindicales, líderes populares y organizaciones políticas opuestas al régimen de facto. Los responsables de este hecho repudiable deberán pagar ante la justicia por los crímenes cometidos en contra de nuestro pueblo.
Reiteramos nuestra voluntad inquebrantable de refundar el país y construir una sociedad justa e igualitaria.
¡Juramos vencer o morir!
¡Sangre de mártires, Semilla de libertad!
Tegucigalpa 24 de marzo de 2010