La Coordinadora Nacional de Resistencia Popular (CNRP), surgida en agosto de 2003, ha iniciado un proceso de formación que le fortalecerá internamente para continuar la lucha permanente por la plataforma mínima establecida y por la definición e impulso de un proyecto nacional de país.
Se pretende brindar formación a casi 400 personas de 16 departamentos, miembras de organizaciones vinculadas a la Coordinadora. Entre las mismas están agrupaciones obreras, campesinas, estudiantiles, movimientos de iglesia (católicos y evangélicos), movimientos comunitarios, magisteriales, ambientalistas, de mujeres, instituciones no gubernamentales y personas progresistas involucradas en las luchas por la transformación de Honduras.
Parte de esa formación será capacitarlos en el uso de nuevas tecnologías como la computación y la Internet, para lo cual contribuirá Comunicación Comunitaria COMUN. No por moda, sino con el propósito de romper el cerco informativo del gobierno y los empresarios quienes tienen absoluto control sobre los medios de comunicación, impidiendo la divulgación de contenidos que no son de su conveniencia.
Las organizaciones sociales no han dado suficiente importancia a la comunicación. Son muy pocos los dirigentes populares que saben usar una computadora aun cuando tienen acceso y algunos elementalmente manejan una cuenta de correo electrónico.
Estas tecnologías pueden ser manejadas por cualquiera que sepa leer y escribir y abren muchas posibilidades para los procesos de comunicación popular. Usadas adecuadamente pueden ser de gran apoyo en las tareas de comunicación, educación, organización y de incidencia política.
Permitiría denunciar los atropellos, divulgar nuestros planteamientos y mantenernos al tanto de las actividades y acciones en todas partes. El uso de la red o internet es mucho más barato que la impresión de libros, mantener una radio o un canal de televisión.
Nos permite “reunirnos” virtualmente mientras estamos en diferentes partes del país o de cualquier país del mundo; debatir, compartir documentos y libros enteros, imágenes, audio y hasta video. Podemos enterarnos de los sucesos minutos después que sucedan y con equipo mínimo hasta verlo en directo. Así podemos romper los cercos informativos de los poderosos. Pueden mejorar enormemente la relación entre las dirigencias y las bases.
El aporte de COMUN
La Escuela Graciela García es uno de los proyectos de Comunicación Comunitaria COMUN, institución que impulsa la comunicación alternativa que sirva para promover y defender los derechos humanos y la transformación social. Desde febrero del año 2000 editan esta su revista ahora llamada Vida Laboral.
En el 2005 COMUN inició una experiencia de capacitación a líderes comunitarios y validó un curso de 40 horas después de las cuales la persona puede procesar textos en la computadora, buscar, bajar y aportar información en la Internet; manejar el correo electrónico, guardar y transportar información y otras actividades realizables en las computadoras.
Aparte de la capacitación técnica se conocieron temas acerca de los derechos humanos y se acercó a los participantes a la información alternativa. Participaron personas desde los catorce a los 60 años, en jornadas diarias de 2 horas o en curso intensivo de cinco días. Casi nadie había tocado antes una computadora y aprendieron con gran facilidad.
La sede central de la escuela está en El Progreso, pero no se limita a un espacio físico y se movilizará a diferentes municipios donde haya condiciones técnicas para realizar ahí las jornadas.
La Escuela lleva su nombre en homenaje a la educadora popular Graciela García, símbolo de la lucha popular por los derechos de las mujeres y el pueblo que inició las organizaciones femeninas y los sindicatos en los años 20 del siglo pasado, fue militante política en Honduras, El Salvador, Guatemala y México.
Gracielita fundó escuelas para adultos en Tegucigalpa en los años veinte y treinta. Ahí se enseñaba a los obreros a leer y escribir y ha defender sus derechos. En el exilio fundó la escuela de capacitación obrera Claridad en Guatemala y hasta el momento de su muerte en México estuvo impulsando la educación y cultura popular.