Una buena nueva: personas viviendo con VIH/SIDA y sus familiares que hace unos años asumieron el reto de capacitarse y constituir una pequeña empresa maquiladora en Puerto Cortés continúan luchando. El proyecto en sus inicios fue financiado por el Fondo Global y administrado por la Liga de Lactancia Materna. Su primera etapa se ejecutó en un lapso de ocho meses bajo la coordinación de Yolanda Zaldívar, líder del Grupo de Auto Apoyo Génesis
De los donantes, los pequeños empresarios recibieron máquinas, telas y pa¬go de sueldos por un año para 11 personas infectadas y 4 afectadas. Con el tiempo el grupo quedó constituido por seis personas y ahora es coordinado por Ada Nohemí Oviedo, familiar afectada.
Ahora que ya no cuentan con financia-miento externo, no ganan mucho, según afirman, pero lo poco que obtienen les sirve para el sustento diario y compra de medicamentos. Subsisten porque el local lo paga la municipalidad porteña; así, a ellos les quedan ganancias líquidas por la fabricación y venta de camisetas, ropa deportiva y manualidades.
Algo que les falta es un equipo de serigrafía ya que los costos se elevan al subcontratar los servicios de estampado. De paso, los contratistas les dan un mal servicio pues regularmente les atrasa el tiempo de entrega. Yolanda Zaldívar, ex coordinadora, viajó recientemente a Estados Unidos en busca de ayuda para comprar este equipo, que será de gran utilidad con el inicio de la campaña política en Honduras a partir del próximo año. Además de la maquiladora, los copropietarios han capacitado a los jefes de siete fábricas de la zona libre y unos 700 trabajadores, alejando de esta forma el peligro de despidos por ser portadores del virus.
Los microempresarios se quejaron que ahora de quienes reciben malos tratos es de sus propios familiares. Una de las mujeres afectadas dijo que debido a la enfermedad no tiene donde vivir.