El ex general participó en la detención y expulsión del ex presidente
Manuel Zelaya Rosales el 28 de junio de 2009. Vásquez Velásquez fue un
actor clave en el golpe de Estado hondureño, que después fue sobreseído
definitivamente por la Corte Suprema de Justicia, junto con 5 militares
más. Este nombramiento es un lamentable reconocimiento a una persona que
atentó contra el sistema democrático hondureño.
Romeo Vásquez Velásquez estuvo al mando de las fuerzas armadas cuando
fueron cometidas masivas y graves violaciones a los derechos humanos.
Desde el 28 de junio varios medios de comunicación fueron allanados de
manera ilegal. Adicionalmente, dado que estos hechos no cesaron, la
Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) adoptó medidas de
protección para garantizar la libertad de expresión de Canal 36, Radio
La Catracha, Cholusat Sur y Radio Globo, y ordenó devolver los equipos
de trabajo y transmisión que soldados y policías habían decomisado el 26
de septiembre de 2009.
Durante los meses posteriores al golpe de Estado, el Ejército atacó
civiles, reprimió manifestaciones y hostigó a defensores de derechos
humanos, periodistas, entre otros. Un ejemplo de esas graves violaciones
de derechos humanos, es la muerte de Isis Obed Murillo Mencías, de 19
años de edad, quien falleció como consecuencia de una herida de bala en
la cabeza en las inmediaciones del aeropuerto Toncontín, en Tegucigalpa.
Dicha manifestación fue reprimida por las Fuerzas Armadas, quienes
dispusieron francotiradores en edificios cercanos.
La CIDH ha señalado en su Informe Honduras: Derechos Humanos y golpe de
Estado
intimidaron a la población para que no saliera de sus casas y detuvieron
personas sin orden judicial.” En el informe de la CIDH se relatan
diversas violaciones a los derechos humanos cometidas por miembros del
Ejército el cual era dirigido en ese momento por el general Vásquez.
La decisión del presidente Lobo de beneficiar al militar con este
nombramiento sienta un mal precedente y pone en duda su compromiso con
la democracia y con el respeto de los derechos humanos. Romeo Vásquez
debe ser investigado por las graves violaciones a los derechos humanos
que cometió el Ejército mientras él lo dirigía. Este nombramiento es una
carta blanca para la impunidad, y mengua cada vez más las posibilidades
de que se identifique, procese y juzgue adecuadamente a los responsables
de los hechos ocurridos.
Dado que el nombramiento de Romeo Vásquez depende de manera exclusiva
del Ejecutivo, CEJIL exhorta al presidente Porfirio Lobo a revocar tal
designación y a abstenerse de realizar este tipo de acciones que premian
a quienes ocuparon posiciones de poder cuando ocurrieron violaciones a
los derechos humanos. La situación de Honduras es crítica y el
mandatario debe dar el ejemplo del compromiso con el fortalecimiento del
Estado de Derecho. Desafortunadamente, actos como éste ponen en
entredicho tal deber.