En una declaración leída por el presidente anfitrión de la cumbre Tabaré Vázquez, el Mercosur expresó que los mandatarios de Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Venezuela “reiteran su más enérgica condena al golpe de Estado en la República de Honduras y consideran inaceptables las graves violaciones a los derechos humanos y libertades fundamentales del pueblo hondureño”.
Vázquez añadió que “ante la no restitución del presidente José Manuel Zelaya en el cargo para el que fue democráticamente elegido… manifiestan el total y pleno desconocimiento de los comicios electorales realizados el pasado 29 de noviembre por el gobierno de facto, los cuales fueron desarrollados en un ambiente de inconstitucionalidad, ilegitimidad e ilegalidad”.
Las elecciones hondureñas fueron dispuestas por el presidente de facto Roberto Micheletti como forma de solucionar la crisis institucional del país centroamericano donde tras un golpe de estado fue depuesto el presidente constitucional Manuel Zelaya en junio.
Zelaya se encuentra refugiado en la embajada de Brasil en Tegucigalpa y ha desconocido asimismo el acto electoral del 29 de noviembre.
Vázquez, en tanto, transfirió la presidencia temporal del Mercosur a su homóloga argentina Cristina Fernández.
El presidente de Paraguay, Fernando Lugo anticipó poco ante de la declaración de Vázquez el malestar por la situación hondureña al decir que “se ha sentado un mal precedente político hemisférico peligrosísimo: resulta que ahora nos quieren presentar un golpe de Estado como la vía apta para organizar los procesos electorales. Se secuestra al presidente, se elimina del escenario a aquellos sectores enfrentados con los poderes fácticos, se cercena el derecho a la información y reunión del pueblo, se amedrenta a la población y sobre los escombros de un Estado de derecho arruinado y humeante se desarrollan unas elecciones en el peor marco de garantías”.
En el día final de la reunión, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva aseguró que “esta cumbre del Mercosur se realiza con el signo de la esperanza” y agregó que “ninguna decisión económica importante podrá ignorar el punto de vista de los países del sur”.
Admitió que “necesitamos la eliminación del doble cobro arancelario, atacar de frente las asimetrías, acelerar el fondo de apoyo a las pequeñas y medianas empresas y queremos establecer un sistema de pagos en monedas locales”.
Argentina y Brasil ya han puesto en marcha este mecanismo y en tal sentido se ha indicado que no se quiere seguir siendo dependiente del dólar y sus crisis.
Lula aludió, asimismo, a que con la elección de Mujica, “Uruguay envío un claro mensaje de confianza a la integración regional”. Mujica ha dicho públicamente que Lula es su modelo, en cuanto a como ha venido ejerciendo la presidencia del Brasil.