Al mediodía de este jueves 1 de septiembre la marcha del Frente Nacional de Resistencia Popular en Pan Pedro Sula fue reprimida con gases lacrimógenos, golpes y capturas. La marcha había salido desde la colonia Fesitranh y después de recorrer unos siete kilómetros estaba finalizando en la carretera salida hacia La Lima.
Inesperadamente los policías atacaron con bombas lacrimógenas, persiguieron a los estudiantes y causaron alarma en las familias que habitan los alrededores.
A una estudiante le dispararon una bomba lacrimógena a menos de dos metros y le provocaron una herida en la cabeza que ameritó varias puntadas. Otras jóvenes fueron llevadas al hospital por golpes en su pecho por las lacrímogenas disparadas con lanzabombas. Otros fueron atendidos en centros médicos de los alrededores.
Los detenidos fueron llevados inicialmente a la posta policial de la colonia Sunceri y luego trasladados a la primera estación de la policía donde también funciona la Fiscalía de turno. Doce menores de 18 años fueron encerrados en una celda y los otros tres en la celda donde encarcelan a todos los adultos.
Inicialmente se negaban a dar los nombres de los detenidos. Luego abogados voluntarios presentaron un recurso de exhibición personal desde tempranas horas, pero la juez ejecutora nombrada consideró que la detención estaba bien hecha y que había indicios de haberse cometido delito, por lo tanto estableció verbalmente que debían quedarse detenidos por 24 horas.
A los abogados que llegaron para interceder no les permitieron estar en el lugar. Miembros de las organizaciones de derechos humanos, familiares de los muchachos y estudiantes que llegaron para solidarizarse fueron golpeados o amenazados por los policías.
Esta noche el Frente de Resistencia convocó para concentrarse a las siete de la mañana del 2 de septiembre frente a la posta policial y exigir la liberación de los detenidos.
Mientras, a casi doscientos kilómetros de San Pedro Sula, la policía realizó al final de la tarde una acción altamente violenta contra los estudiantes que mantenían tomadas las instalaciones de la Escuela Normal de Occidente en La Esperanza, Departamento de Intibucá.
Los policías dispararon bala viva con sus fusiles, lanzaron bombas lacrimógenas y persiguieron a los estudiantes para golpearlos a patadas y toletazos. Varias jóvenes estudiantes fueron literalmente arrastradas por los policías.
Por lo menos veinte estudiantes fueron llevados hasta las celdas de la policía, la mayoría menores de edad. No permitieron que fueron llevados para atención médica los que estaban con heridas de consideración.
El desalojo violento fue acompañado por el Director y Subdirector de la Escuela Normal y por el Director Departamental de Educación.
Los estudiantes mantenían las acciones de protesta en rechazo a las leyes privatizadoras de la educación que impulsa el gobierno. Denunciaron que el dia anterior 31 de agosto los intentaron capturar.
“A las 9 de la mañana fuimos objeto de un atentado por parte del Director Departamental de educación, Luis Murillo, dirigentes magisteriales y
directivos de la institución como ser: Hipólito Zúniga, Sub Director de la institución, David Omar García dirigente de la filial del COPEMH, Marden Mauricio del Cid Director de la institución, Elvin Mercado.
Estos individuos trataron de capturar alumnos de la institución haciendo uso de armas de fuego las cuales fueron apuntadas hacia la cabeza, por el Director Departamental y oficiales de la DGIC (Dirección General de Investigación Criminal), estos sin ninguna orden de la autoridad competente lo que evidencia, que la vida de nuestros compañeros corre peligro. Porque hacemos de conocimiento al pueblo hondureño y responsabilizamos a estas personas de cualquier atentado que suceda con nuestros compañeros”, dice la denuncia hecha por los estudiantes antes de sufrir el desalojo de la tarde del 1 de septiembre.
Familiares y compañeros estudiantes permanecieron hasta en la noche de este dia 1 de septiembre y bajo la lluvia frente al edificio policial, pero hasta las nueve de la noche los veinte jóvenes seguían encarcelados.
A pesar de la violenta represión, los estudiantes normalistas manifestaron su disposición de continuar en la lucha y condenaron que maestros se prestaran para agredir a sus mismos alumnos, sobre todo cuando la lucha es en defensa de la educación pública.
Desde hace un mes más de cien centros educativos de educación media se han mantenido en protestas contra la privatización de la educación. Decenas de jóvenes han sido detenidos al realizarse desalojos en Tegucigalpa, El Progreso y otras regiones.
Nahum Guerra, un estudiante de 17 años, fue asesinado en el portón de la Escuela Agrícola “Pompilo Ortega” en Macuelizo Santa Bárbara, cuando el 22 de agosto unos individuos desde un carro en marcha sobre la carretera de occidente les gritaron ¡Huelguistas! Y dispararon sobre un grupo de jóvenes que custodiaban la entrada de la institución.
Bartolo Fuentes
Comun Noticias