La manifestación comenzó a las cinco de la mañana del seis de febrero al bloquear los dos portones de acceso al parque, obligando así al señor Kin Ho Joong, gerente de PRIMA, a buscar una negociación con los trabajadores.
La empresa informó que suspendería labores a partir del 17 de febrero y hasta el 15 de abril, pero los ejecutivos quisieron adelantar dicha suspensión para el 8 de febrero, argumentando no tener material para trabajar.
Los trabajadores demandaban que se les pagara la semana de rezago y la semana del 8 al 15 y sobre todo que se les diera garantías de que se respetará los derechos laborales en caso de que PRIMA no vuelva a abrir operaciones después de finalizada la suspensión temporal.
El año pasado varias empresas maquiladoras suspendieron labores durante meses con el permiso de las autoridades, tiempo que han aprovechado para desmantelar la maquinaria y cerrar operaciones sin pagar sus derechos a los obreros y obreras.
En la negociación, además del gerente de la empresa, participaron Henry Fransen y Jorge Interiano, por la Asociación Hondureña de Maquiladores, Evangelina Argueta, Noemí Yánez y Neptalí Díaz, por la Central General de Trabajadores y por parte del Sindicato de Trabajadores de Prima (SITRAPRIMA) Lourdes Vigil, Dora Rosales, Sonia Pineda, María Ramos, Anael Lorenzo y Marvin Avila.
Después de debatir por ocho horas, la empresa se comprometió a pagar el quince de febrero, cuando inicia la suspensión, las dos semanas de salario que reclamaban las obreras.
En una acta firmada la empresa se compromete a reducir a 30 días la suspensión del 17 de febrero al 17 de marzo, por lo cual los empleados deberán presentarse a sus labores el dieciocho de marzo.
Además garantiza a todos los trabajadores que la fábrica continuará operando normalmente, para lo cual pone a disposición de los obreros (as) todo el mobiliario y equipo de la empresa a través de un inventario que estará en manos del Ministerio del Trabajo.
Otro compromiso de la empresa es no tomar represalias en contra de los participantes en la toma y pagar la mañana que dejaron de laborar sin alterar su derecho al pago del séptimo día.
Lourdes Araceli Vigil, presidenta del Sindicato de trabajadores de Prima, SITRAPRIMA, se mostró satisfecha por el apoyo recibido de sus compañeras y compañeros y así lograr todas sus peticiones.
Lourdes no descarta la posibilidad que los ejecutivos de Prima traten de violentar los acuerdos firmados como han hecho otros empresarios, pero dijo que se organizarán para vigilar los bienes, pues es la única manera de garantizar el pago de sus derechos en caso que la empresa no reanude labores.
Evangelina Argueta, representante de la Central General de Trabajadores, CGT, dijo que hay muchos empresarios que se están amparando en las suspensiones temporales para cerrar definitivamente las empresas y reabrir con otro nombre.
Al referirse a la actitud de los representantes del Ministerio del Trabajo, la entrevistada dijo sentirse sorprendida porque su posición fue muy acertada y que eso les ayudó a que los empresarios accedieran en sus peticiones en beneficio de los trabajadores.
Fuente: Vida Laboral Edic. # 7. Febr. de 2002