Su visita no es de cortesía, sino para denunciar los atropellos laborales de que fue víctima en la empresa Pronorsa del Grupo Alcon, subsidiaria de la transnacional Cargill Inc., empresa líder en Honduras en la alimentación animal, carne de pollo y salchichas. La compañía recibió a mediados de 2007 el sello de “empresa socialmente responsable”.
Sentado en una silla de metal, Adelmo sonríe, quita de su cabeza una gorra negro y la coloca entre sus piernas, mientras con su mano derecha sostiene el bastón que le ayuda a caminar. En ese momento iniciamos la conversación.
Común Noticias (CN): ¿Qué tipo de violaciones laborales sufrió usted mientras trabajaba en Pronorsa?
Adelmo Dubón Aguilar (ADA): Yo entré a trabajar en septiembre del 2001 y trabajé casi ocho años para la compañía. En los últimos tres años estuve en una ruta mayorista, distribuyendo entre 130 y 150 sacos del 110 y 130 libras cada uno y me despacharon el 16 de julio del 2007 por un error de facturación cometido en el departamento de informática, donde yo no tuve nada que ver.
CN: ¿Bajo qué circunstancias se produce su despido?
ADA: A mediados del 2007 un cliente reclamó un error de una factura, nosotros trabajábamos con un sistema donde ya iban programados los precios, descuentos y todo lo relacionado con la facturación, nosotros no teníamos nada que ver con eso, además este cliente manejaba facturas al crédito. Me hizo un reclamo y yo le dije que se abocara a crédito, porque yo no manejaba la información y al revisar encontraron errores en 50 facturas.
CN: ¿Tomando en cuenta que el error no era suyo, porque lo despiden a usted y no al responsable?
ADA: Porque el gerente de créditos, el de ventas y el de informática, se reunieron para levantarme una acta y me acusaron de que yo había manipulado la maquina y que era el responsable directo del problema, pero nosotros no programamos las maquinas y yo me rehusé a aceptar la responsabilidad, porque en primer lugar las facturas eran al crédito y no tuve que ver nada con el dinero y por otro lado el cliente no me acusó a mí, sino a ellos.
CN: ¿En algún momento trataron de presionarlo para que aceptara usted la responsabilidad del error?
ADA: Si me presionaron para que firmara una acta, pero yo me negué y por eso me despidieron, yo insistí que no me despidieran y que buscaran el error, pero el gerente Alexis Hernández se negó a hacerlo, él dice que el sistema nunca falla y simplemente me despidieron a pesar de que yo les dije que tengo problemas de salud y que estando ahí me había enfermado.
CN: ¿Por qué afirma usted que el trabajo que hacía en Pronorsa es la causante de su enfermedad?
ADA: Cuando entré a trabajar yo estaba sano de la columna porque ahí antes de contratarlo a uno le hacen un montón de exámenes y el que está enfermo allí no trabaja, pero ellos me dijeron que eso no era relevante, el gerente dijo que lo yo que yo tenía no era más que un simple dolor lumbar.
CN: ¿Y usted ha recibido tratamiento médico para su problema de salud?
ADA: Si yo inicie el tratamiento con la compañía en el 2005, los médicos me diagnosticaron osteoporosis en toda la parte baja de la columna con la probabilidad de fractura, ellos (la empresa) pagaban la medicina. Aunque los doctores dijeron que era necesario que me cambiaran de puesto, la compañía dijo que no podían porque si me cambiaban tenían que bajarme el sueldo. Yo ganaba 25 mil lempiras y con el cambio solo iba a ganar 10 mil, por eso seguí trabajando así.
CN: ¿Qué fue lo que directamente le afectó?
ADA: El trabajo que nosotros hacemos es pesado porque tenemos que abordar los sacos al auxiliar, eso me fue afectando y me produjo artrosis en la columna, a finales del 2006 los supervisores se mostraron incómodos porque yo pedía que me nombraran a otro auxiliar y a pesar de que yo tenía prohibido hacer fuerza no se me concedió esa petición.
CN: ¿Y hoy que se encuentra desempleado como hace con el tratamiento de su enfermedad?
ADA: Yo gasto un promedio de 3,500 lempiras mensuales en medicinas que me han recetado de por vida porque si no me tomo los medicamentos se me puede agravar la enfermedad y corro el riesgo de quedar paralitico, eso no les interesó en la compañía y a la fecha tengo que sostenerme en un bastón para poder caminar, sufro de dolores lumbares al dormir, no puedo dormir en una sola posición, tengo prohibido levantar objetos mayores a treinta libras. Tengo los dictámenes médicos, a mí me atendía el doctor Cesar Cáceres y otro reumatólogo de Cemesa, que no recuerdo el nombre.
CN: ¿Cuando usted fue despedido cual fue el apoyo que le brindó el Ministerio del Trabajo?
ADA: La empresa solo me estaba dando 30 mil lempiras de prestaciones y fui para que me hicieran el cálculo, no hice tramites en el Ministerio del Trabajo porque Pronorsa es una empresa de influencia y no confió en las autoridades porque ya se han dado muchos casos y yo considero que este es un país de derecho y nadie puede ser condenado sin prueba, por eso contraté los servicios profesionales del abogado Salvador Espinoza.
CN: ¿Conoce usted de casos similares que hayan ocurrido en la empresa?
ADA: La compañía si tiene principios, lastimosamente los funcionarios que trabajan en Honduras no, ellos están acostumbrados a despachar la gente cuando ya tiene problemas de la espalda yo tengo conocimiento de cuatro trabajadores que fueron despedidos luego que los médicos les detectaran hernias en los anillos de la columna y en este momento hay muchas personas sufriendo la enfermedad y que también están reclamando atención de parte de la empresa.
CN: ¿Anteriormente usted tuvo problemas con los ejecutivos de la empresa?
ADA: Yo fui un empleado intachable, nunca se me levantó una acta, jamás tuve queja de los clientes y en los últimos tres años fui premiado entre de los mejores y en mayo del 2007 se me premió como el mejor empleado de ventas de la zona noroccidental. No obstante, dos meses después me despiden por un problema donde ni siquiera me dejaron hablar.
CN: ¿Ha tenido problemas con los clientes que atendía?
ADA: De parte de los clientes no, pero a los dos días de haberme despedido fueron a decirle a plastivariedades (cliente que hizo el reclamo) que me acusara de ladrón, pero ellos no se prestaron para eso, porque dijeron que yo no les había robado producto ni dinero. También le prohibieron darme copias de las facturas que registran el error.
CN: ¿En el juicio que actitud ha observado usted?
ADA: El juzgado pidió la presentación de las facturas, pero de las 50 que presentan error únicamente llevaron 15 y no permitieron que yo estuviera en la audiencia para que diera mi punto de vista. Los empresarios han mantenido herméticamente el caso y de las 50 solo presentaron 15 facturas. A través de mis contactos yo logré conseguir con un empleado de créditos dos facturas que son del mismo cliente y de la fecha en que se produjo el problema. Hay 35 facturas que ellos no presentaron y si a mí me condenaron y me echaron por 50 facturas que las presenten y que no sigan escondiendo la información.
CN: ¿A qué atribuye usted el hecho de que la empresa este tratando de ocultar la información?
ADA: Considero que no las presentan porque saben que el error es de ellos y les podría costar el puesto de trabajo a los tres gerentes, porque si se comprueba que el error es de informática, podría rodar la cabeza del gerente informática, la del de créditos y también la del gerente general, porque cometieron una injusticia al no permitir que yo demostrara mi inocencia. Yo estoy pidiendo que el gerente general comparezca al juzgado para que se resuelva el caso.
Gerey